Gobierno y Alcaldía de Cartagena trazan medidas por congestión migratoria en aeropuerto Rafael Núñez

En una reunión celebrada en el Palacio de la Aduana, sede de la Alcaldía de Cartagena, el gobierno distrital y la Cancillería de Colombia anunciaron un conjunto de acciones destinadas a mejorar las condiciones operativas del Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, ante el aumento sostenido del flujo de pasajeros nacionales y extranjeros.

Durante el encuentro, encabezado por el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay Paz, y la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, se discutieron estrategias puntuales para mitigar las quejas frecuentes por demoras en los controles migratorios y para preparar la infraestructura local ante el crecimiento de visitantes.

Según datos oficiales, el aeropuerto Rafael Núñez registra una afluencia anual de aproximadamente 1,67 millones de viajeros, con un comportamiento que tiende al alza.

Una de las principales medidas anunciadas es la ampliación del número de funcionarios de Migración Colombia que operan en la terminal aérea.

La propuesta consiste en pasar de los 28 actuales a 40, con cobertura no solo en el aeropuerto principal, sino también en la terminal de vuelos privados (FBO) y en los puntos de control marítimo habilitados para embarcaciones turísticas. Esta solicitud había sido reiterada por el mandatario local en anteriores acercamientos con el Ejecutivo nacional.

La secretaria de Turismo del Distrito, Teremar Londoño, precisó que los picos de mayor demanda en el servicio de migración se concentran entre el mediodía y las seis de la tarde, cuando coinciden múltiples vuelos internacionales con capacidad completa, lo que genera cuellos de botella en el control de ingreso al país.

En respuesta a esa presión operativa, la Administración Distrital propuso también duplicar el número de pasillos biométricos habilitados para facilitar el paso automatizado de viajeros, pasando de 10 a 20.

Otro de los anuncios fue la creación de una ruta diferenciada para turistas clasificados en segmentos de alto poder adquisitivo o asociados a eventos internacionales.

Esta ruta, denominada “Fast Track”, estaría orientada al segmento MICE (turismo de reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones) y al turismo de lujo. Su implementación requerirá ajustes tecnológicos y de infraestructura, frente a los cuales el alcalde manifestó disposición institucional para cofinanciar, junto al Gobierno nacional.

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En su intervención, la canciller Sarabia manifestó que estas acciones forman parte de un proceso de fortalecimiento institucional en la ciudad y de una agenda de cooperación con el gobierno distrital.

Señaló que la Cancillería contará con una sede alterna en Cartagena, la cual será utilizada para desarrollar actividades operativas vinculadas al turismo internacional en el Caribe colombiano.

La ministra añadió que el trabajo interinstitucional ha sido clave para avanzar en estrategias de transformación local y reiteró el respaldo del Ejecutivo central a los proyectos impulsados desde la capital del departamento de Bolívar.

En esa misma línea, el alcalde Dumek Turbay contextualizó las iniciativas en función de la nueva dinámica turística de la ciudad, especialmente con la próxima apertura del hotel Four Seasons Cartagena, infraestructura que proyecta atraer un perfil de visitantes de mayor exigencia en servicios aeroportuarios y de movilidad. Según indicó el mandatario, esto requiere una respuesta institucional ajustada a estándares internacionales.

Durante el encuentro también se abordaron temas relacionados con la seguridad internacional. En ese sentido, se anunció la organización de la segunda edición de la Cumbre Internacional contra la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual.

Este evento, que sería programado para una fecha aún no confirmada de 2025, se realizará de manera conjunta entre el Gobierno nacional y la Alcaldía de Cartagena, con el propósito de profundizar en los mecanismos de cooperación regional e internacional frente a este delito.

La primera edición de esta cumbre tuvo lugar en noviembre de 2024 y contó con respaldo de entidades multilaterales y de organismos de seguridad internacionales.

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