El Gobierno evalúa levantar la regla fiscal en medio de alertas sobre creciente endeudamiento

En medio del debate técnico y político sobre la posible activación de una cláusula de escape que permitiría al Gobierno nacional apartarse temporalmente de las metas establecidas en la regla fiscal, surgieron nuevas advertencias de expertos en política económica sobre las implicaciones que esta decisión podría acarrear para la estabilidad financiera del país.

Durante la jornada del martes 3 de junio, el presidente Gustavo Petro intervino públicamente para defender una flexibilización de las restricciones fiscales, enmarcando su argumento en la necesidad de sostener el gasto social y la inversión pública en un contexto que el Ejecutivo considera excepcional.

Sin embargo, las justificaciones aún no han sido detalladas en los documentos oficiales del Ministerio de Hacienda, y las voces críticas han comenzado a intensificarse.

Uno de los pronunciamientos más destacados fue el de Andrés Velasco, actual presidente de Asofondos y exdirector técnico del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf), quien expuso con preocupación el escenario fiscal actual del país.

Velasco reiteró que la cláusula de escape contemplada en la normativa debe ser invocada únicamente en circunstancias extraordinarias y bajo condiciones claramente definidas.

A su juicio, en este momento no se ha explicado con suficiencia por qué se pretende utilizar dicha herramienta, lo que introduce una señal de incertidumbre tanto para la ciudadanía como para los actores económicos.

En una declaración pública, Velasco ilustró su planteamiento mediante una analogía que aludía a la vida cotidiana. Comparó la situación fiscal con la de un jefe de hogar endeudado con el comercio del barrio: “Si ese padre no está y no asume la deuda, la carga terminará recayendo sobre los demás miembros de la casa”.

Con esta imagen, el economista explicó que la creciente deuda pública sin un plan de ajuste podría afectar a toda la población en forma de impuestos futuros, reducción de gasto o deterioro de las condiciones macroeconómicas.

El Gobierno ha planteado que se encuentra evaluando los elementos necesarios para definir la política fiscal de mediano plazo.

El documento conocido como el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que anualmente publica el Ministerio de Hacienda, será clave para conocer las proyecciones sobre gasto, ingreso y deuda.

La eventual modificación de la regla fiscal dependería de una aprobación del Consejo de Política Económica y Fiscal (Confis), órgano en el que se sientan representantes de la Presidencia, el Ministerio de Hacienda, Planeación Nacional y otras entidades del Ejecutivo.

Para Velasco, el levantamiento de las metas fiscales puede traer consecuencias directas en el acceso a los mercados financieros. A su juicio, una mayor deuda sin medidas de contención deteriora la percepción de riesgo del país, lo que puede traducirse en mayores tasas de interés para la emisión de deuda, presión sobre la tasa de cambio y debilitamiento del poder adquisitivo de la moneda local. Estos efectos, según explicó, impactan a los hogares y empresas por igual.

La regla fiscal fue establecida como un instrumento de disciplina macroeconómica que busca garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el largo plazo.

Esta herramienta ha sido ajustada en momentos críticos, como durante la pandemia de Covid-19, cuando se permitió un incremento temporal del déficit para atender los gastos derivados de la emergencia sanitaria.

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No obstante, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, organismo independiente encargado de vigilar su cumplimiento, ha señalado que su flexibilización debe responder a razones verificables y no convertirse en una estrategia de gasto permanente sin respaldo financiero.

El Ministerio de Hacienda no ha emitido un pronunciamiento formal sobre si ya ha tomado la decisión de activar la cláusula de escape, pero sí ha reconocido que enfrenta retos en el cierre fiscal del presente año.

En particular, la menor dinámica en la recaudación tributaria y las mayores presiones de gasto social han llevado a revisar las metas inicialmente trazadas.

Velasco insistió en que el Gobierno debe comunicar con claridad a los ciudadanos si se contempla aumentar el endeudamiento y, en caso afirmativo, de qué manera se planea compensar dicho incremento.

“Cada peso que se presta hoy representa una carga para el futuro”, señaló, al destacar que el aumento en el servicio de la deuda podría desplazar otros gastos prioritarios del presupuesto nacional.

En cuanto a la posibilidad de realizar recortes, el presidente de Asofondos señaló que siempre hay margen para hacer ajustes en el gasto, incluso en partidas que son percibidas como inflexibles. Según él, esto requiere decisiones políticas y técnicas que deben ser discutidas de forma transparente.

El debate sobre la regla fiscal y el déficit se da en un contexto de desaceleración económica, inflación moderada, y crecientes presiones sociales.

Mientras tanto, sectores del Congreso y analistas económicos esperan que el Ejecutivo presente en las próximas semanas el marco fiscal actualizado y, con ello, las proyecciones que sustenten o descarten el uso de la cláusula de escape.

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