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El sino trágico de uno de los principales centros comerciales del país

Titán Plaza es uno de los centros comerciales más grandes de Colombia. Lleva nueve años y medio funcionando con éxito. Paradójicamente ha sido escenario de asesinatos, suicidios, fleteos y robos, entre otros hechos. Administradores trabajan para evitarlos y garantizar a sus clientes seguridad.

Centro comercial Titán Plaza
Por Agencia Periodismo Investigativo | Créditos: Foto: Instagram @titanplazacc

Pocos centros comerciales en Colombia han tenido tanto desarrollo y relevancia en la última década. Ubicado en la calle 80 con Avenida Boyacá, Titán Plaza es uno de ellos. Una moderna infraestructura que transformó el noroccidente de Bogotá y se convirtió en uno de los más grandes del país.

Un avance que contrasta con un entorno extraño que en los últimos años ha derivado en asesinatos, suicidios, fleteos y robos, pese al creciente esfuerzo de sus administradores por garantizar a sus visitantes variedad de productos, entretenimiento y seguridad.

Una bitácora de sucesos demuestra el sino trágico que rodea a un centro comercial que se inauguró el 26 de julio de 2012, tras la alianza de las constructoras Ospinas y Cusezar & y Cia, en un terreno de 180.000 metros cuadrados con una inversión inicial de $600.000 millones, 253 locales en cuatro niveles y 2.262 parqueaderos.

El hecho más reciente, en las inmediaciones del centro comercial sucedió hace dos semanas. En la tarde del viernes 5 de noviembre, cuando cruzaba la puerta número dos de Titán fue asesinada por sicarios Wendy Marcela Martínez Gil, de 41 años de edad, ante la mirada atónita de los clientes y la sorpresa de los guardias de seguridad.

Aunque la policía de la localidad de Engativá, llegó pocos minutos después y trasladó a la víctima, llegó agonizante al hospital de Engativá pero falleció. Autoridades manejan la hipótesis que pudo tratarse de retaliación contra la mujer de bandas de microtráfico que rondan el sector. Según archivos judiciales, Martínez Gil tiene antecedentes, fue condenada por narcotráfico, estuvo en prisión y, al parecer, para lograr beneficios delató a delincuentes que ripostaron en su contra.

Levantamiento de cuerpo
Foto: Colprensa/Levantamiento de cuerpo

 

Cuatro semanas antes, otro hecho conocido en el Centro Comercial, causó revuelo en la institución y la opinión pública. Andrea Cortés Guarín, la primera mujer trans que perteneció a la Policía Nacional fue destituida y e inhabilitada para ocupar cargos públicos durante once años.    

La razón; se conoció un video en un establecimiento al interior de Titán Plaza en donde Cortés Guarín hurtó una crema facial, en un hecho evidenciado mediante las cámaras de seguridad el 23 de junio.

Una investigación interna de la institución determinó que la patrullera se guardó el producto que tiene un costo de $141.000, hecho que consideró grave y por ello tomó la decisión de destituirla del cargo.

Otro antecedente marca la historia en el establecimiento comercial. El 11 de diciembre del año pasado, el mayor retirado del Ejército, Miller Alberto Cortés acudió en las horas de la mañana junto con su esposa a retirar diez millones de pesos a un banco al interior de Titán Plaza.

El oficial salió del centro comercial en su vehículo sin notar que desde que ingreso a realizar la transacción era seguido por varios hombres. Pocas cuadras después cuando pretendían retornar a su casa y luego a almorzar en el barrio El Morisco ubicado al noroccidente de Bogotá, hicieron escala para adquirir unos aguacates.

Andrea Cortés Guarín
Foto: Facebook/ expatrullera de la Policía, Andrea Cortés Guarín

 

El exmilitar se quedó en el carro esperando a su esposa, entonces aparecieron varios hombres que le dispararon y se llevaron el dinero. Al escuchar los impactos su pareja lo auxilió, fue llevado a un centro médico, pero uno de las balas perforó su vena aorta, se desangró y finalmente falleció en la institución hospitalaria.

Un mes antes el drama ya se había apoderado de Titán Plaza. Jorge Andrés Ferro Morales, un joven estudiante de derecho en la Universidad del Rosario, tomó un taxi en las instalaciones del centro comercial hacia las 10 am. Tanto su familia como la universidad iniciaron su búsqueda varios días sin resultados.

Otro caso particular también se presentó en inmediaciones del centro comercial. Eduar Arguenis Rodriguez Cipriani, un cartagenero, que pasó por Venezuela y ante la crisis terminó repartiendo domicilios en Bogotá fue asesinado.

Sucedió en la cicloruta. Frente a Titán Plaza, chocó su bicicleta con otro hombre que también montaba bicicleta. Terminaron enfrentados y varios minutos después de discusiones de ir y volver por la vía fue asesinado con arma blanca. Su agresor dejó tirada en la vía su vieja bicicleta y huyó en la de Eduar, frente a ciudadanos y vigilantes del centro comercial.

Rodríguez fue auxiliado y transportado al hospital de Engativá minutos después del incidente sufrió un infarto que le produjo su deceso.

Cicloruta
Foto: Movilidad/Cicloruta occidente Bogotá


A este hecho se suma el recuerdo de la Navidad de 2019. Ese día, en las horas de la tarde, Bogotá fue sacudida por un fuerte sismo. Según los registros del Servicio Geológico Colombiano, el epicentro fue a ocho kilómetros del municipio de Mesetas en el departamento del Meta.

Su magnitud fue del 6.3 en la escala de Richter y se sintió de manera significativa en Bogotá. Y en particular en Titán. De hecho, el cuerpo de bomberos de la estación Ferias tuvo que acudir allí.

Resulta que, en medio del sismo, una menor de edad quedó atrapada en las escaleras eléctricas del centro comercial que la engancharon con su ropa. La niña finalmente fue rescatada y el reporte precisó buen estado de salud y sin lesiones tras el incidente.

Y el suicidio también apareció en Titán con tres hechos que marcaron un extraño sino del centro comercial. El 28 de marzo, un joven se lanzó desde el cuarto piso. Por fortuna, la activación del protocolo de seguridad y emergencias que maneja el establecimiento, en coordinación con los bomberos y la Policía de la localidad, se intentó disuadir al hombre que finalmente se lanzó y fue remitido a un centro asistencial cercano.

Al respecto, el centro comercial expidió un comunicado en el que señaló, “Titán Plaza Centro Comercial y Empresarial PH, manifiestan su solidaridad con el visitante y sus familiares”. Al tiempo que ha considerado de manera extraoficial que todos los sucesos corresponden a hechos aislados al negocio de Titán.

Titán
Foto: Instagram Titán Plaza / Panorámica del centro comercial

 

A este caso antecedió otro. En julio de 2018, una mujer oriunda del municipio de Cota, Cundinamarca, de 32 años de edad, llegó a Titán, se desplazó hacia la planta más alta y se lanzó desde el cuarto nivel.

Falleció de manera instantánea y la versión que manejaron las autoridades frente a hecho es que la joven mujer se quitó la vida por problemas económicos, un asunto que nunca se pudo ratificar porque la investigación no avanzó en las autoridades.

Muchos de estos casos hacen parte de los archivos de la justicia y algunos de ellos no trascendieron. No sucedió así con el estudiante Sergio Urrego. Agobiado por el Bullying y por la presión de docentes y directivos del Gimnasio Castillo Campestre acabó con su vida.

Fue el 4 de agosto de 2014. Ese día, el joven de 16 años, estudiante de grado 11, dejó escritas varias cartas en su casa explicando las razones de su suicidio y en otra de ellas dirigida a su progenitora desmintiendo acusaciones que le hicieron los padres de su pareja sentimental.

Urrego llegó en las horas de la tarde al centro comercial Titán Plaza, subió al cuarto nivel, la parte más alta, de allí se lanzó y acabó con su vida. Hoy siete años después su madre maneja una fundación que ayuda a jóvenes discriminados o con intenciones suicidios, al tiempo que la rectora del colegio purga una condena en prisión por el matoneo y persecución al que fue sometido el joven.

Sergio Urrego
Foto: Estudiante Sergio Urrego

 

En Colombia hay más de 200 centros comerciales que han dinamizado la economía, son fuente de empleo y punto de encuentro, compras y entretenimiento para las familias. En todos, suceden incidentes casi que a diario. Sin embargo, Titán Plaza, es un caso particular.

No hay prueba alguna o proceso abierto ante la justicia que determine responsabilidad en todos los hechos sucedidos en Titán Plaza por parte de sus administradores.

Incluso, a raíz de los hechos que comenzaron con el suicidio de Sergio Urrego hace varios años o con el más reciente asesinato de Wendy Marcela Martínez Gil, se han seguido extremando los protocolos y controles. No obstante, los hechos y el destino confluyen para que este centro comercial sea un extraño escenario de tragedias.

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