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Alcalde de Cali señala a estructura criminal por atentados y solicita intervención del Gobierno Nacional

Alejandro Eder atribuye responsabilidades.

Alejandro Eder 25
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mié, 11/06/2025 - 13:46 Créditos: Imagen tomada de X: @alejoeder

El alcalde de Cali, Alejandro Eder, responsabilizó de manera directa a alias "Oso Yogui", presunto integrante de la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, por su presunta participación en los recientes ataques armados ocurridos en el suroccidente del país, con especial afectación en el departamento del Valle del Cauca.

Según declaró el funcionario, estos hechos violentos se enmarcan en una ofensiva organizada que no puede considerarse como episodios aislados, sino como parte de una estrategia de expansión e intimidación de grupos armados ilegales en territorios estratégicos del suroccidente colombiano.

En una alocución pública dirigida a los habitantes de la ciudad, Eder afirmó que los últimos ataques han dejado personas muertas y heridas, además de haber generado alteraciones en el orden público y una sensación creciente de inseguridad.

En este contexto, el alcalde anunció que el Gobierno distrital ofrece una recompensa de 300 millones de pesos por información que permita ubicar y capturar a alias "Oso Yogui", a quien se le atribuyen hechos violentos cometidos en las últimas semanas dentro del perímetro urbano de la capital vallecaucana.

El pronunciamiento del mandatario fue acompañado de un llamado al presidente Gustavo Petro y al ministro de Defensa, Iván Velásquez, para que se trasladen personalmente a la ciudad de Cali y participen en el Consejo de Seguridad que se llevará a cabo este miércoles.

Según precisó Eder, se requiere presencia directa del alto gobierno, y no únicamente representación delegada, ante la gravedad de los hechos y la urgencia de adoptar decisiones concretas y de alto nivel que permitan frenar la escalada de violencia.

En respuesta a la coyuntura, la Alcaldía de Cali activó de forma inmediata un Puesto de Mando Unificado con participación de diversas autoridades civiles y militares.

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También decretó la implementación de la ley seca desde las 9:00 p. m. del martes hasta las 12:00 de la noche del miércoles, así como la suspensión de las actividades comerciales en toda la ciudad hasta las 6:00 a. m., medida que busca facilitar los operativos de control y permitir una mayor movilidad de las unidades de reacción inmediata de las fuerzas de seguridad.

En sus declaraciones, Eder reiteró la necesidad urgente de fortalecer la presencia institucional del Estado en las zonas afectadas por el conflicto, especialmente en las áreas rurales y urbanas de municipios como Jamundí y los límites entre el Valle del Cauca y el departamento del Cauca.

En este sentido, solicitó un incremento sustancial del pie de fuerza, incluyendo unidades del Ejército Nacional, con el fin de retomar el control territorial y neutralizar la influencia de organizaciones criminales que han venido incrementando su accionar armado en la región.

El alcalde cerró su intervención apelando a la colaboración ciudadana, al insistir en la importancia de que la comunidad suministre información que conduzca a la identificación y captura de los responsables de los recientes atentados.

Hizo un llamado a la cohesión social y a la resistencia civil como mecanismos de respuesta frente al avance de los grupos armados. Según su afirmación, la ciudadanía caleña ha enfrentado otras situaciones difíciles en el pasado y, en esta oportunidad, también se sobrepondrá a la adversidad.

En la mañana del martes 10 de junio se registraron varios atentados violentos en diferentes puntos de la ciudad de Cali. El primero de ellos ocurrió alrededor de las 8:20 a. m. en el barrio Meléndez, donde se reportó una explosión frente a un CAI de la Policía.

Como resultado de este ataque, un civil que se desempeñaba como cuidador de motocicletas perdió la vida y al menos cinco personas más resultaron heridas, entre ellas varios uniformados. Minutos después, hacia las 8:31 a. m., se presentó una segunda explosión en el barrio Los Mangos, en circunstancias similares, la cual dejó un muerto más, presuntamente el individuo que activó el artefacto.

Poco después, a las 8:33 a. m., en el barrio Manuela Beltrán se registró un tercer atentado. Allí, aunque no hubo víctimas fatales, dos personas resultaron lesionadas.

En total, las autoridades confirmaron 16 personas heridas en Cali durante esta jornada, incluidos dos menores de edad y dos agentes de policía. Todas las acciones se atribuyen a ataques con explosivos dirigidos contra instalaciones policiales y se presume que fueron coordinados de manera simultánea por estructuras armadas ilegales.

Ese mismo martes, en horas cercanas a la mañana, se produjo otra explosión en el caserío Guachinte, jurisdicción rural del municipio de Jamundí, también en el departamento del Valle del Cauca.

En ese punto, el estallido de un artefacto dejó un saldo de tres personas muertas. Aunque no se especificó el número de heridos en ese lugar, las autoridades indicaron que el total de víctimas en el conjunto del Valle ascendió a siete fallecidos, cinco de ellos civiles y dos policías, además de al menos 28 personas heridas, entre las cuales se cuentan 19 civiles, siete policías y dos militares.

Los ataques hacen parte de una jornada violenta más amplia en el suroccidente del país, donde se contabilizaron 24 acciones armadas: 13 en el Valle del Cauca —entre ellas en Cali, Jamundí, Palmira y Buenaventura— y 10 en el departamento del Cauca. De acuerdo con fuentes oficiales, el número global de víctimas en ambas regiones podría llegar a ocho muertos y más de 60 heridos.

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