Video: PETA denuncia a Bad Bunny por usar gallinas vivas en sus conciertos

La organización internacional Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) cuestionó públicamente al artista puertorriqueño Bad Bunny por el uso de gallinas vivas como parte de la escenografía en su residencia musical “No Me Quiero Ir De Aquí” en el Coliseo José Miguel Agrelot, que se está llevando a cabo desde el 11 de julio hasta el 14 de septiembre, con un total de 30 conciertos.

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PETA Latino publicó en Facebook un fuerte mensaje: “Un ‘Baile inolvidable’ para Bad Bunny… pero una pesadilla para los animales. Bad Bunny usó gallinas vivas en el escenario…”

La organización criticó que las gallinas, colocadas en jaulas y rodeadas por luces, sonido estridente y calor escénico, solo estuvieron retiradas una vez iniciada la presentación principal.

Sin embargo, PETA insiste en que el acto en sí —exponerlas como elementos decorativos— constituye maltrato animal

No es la primera vez que el intérprete de “Tití Me Preguntó” recibe cuestionamientos por el uso de animales en sus presentaciones.

En febrero de 2024, durante un concierto de la gira “The Most Wanted Tour” en Salt Lake City, Utah, apareció montado en un caballo en medio del escenario, bajo luces y efectos sonoros, lo que generó alertas sobre el estrés al que fue expuesto el animal.

En esa oportunidad, Lisa Lange, vicepresidenta senior de PETA, advirtió que los caballos, por su naturaleza asustadiza, pueden reaccionar de manera impredecible en entornos de alto impacto sensorial y que su uso como parte del espectáculo podría derivar en accidentes graves tanto para el animal como para el público.

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Expertos en bienestar animal consultados por organizaciones activistas han señalado que la exposición de animales a entornos de conciertos, con ruido extremo, luces estroboscópicas, vibraciones y calor, puede generarles estrés agudo, desorientación, trauma físico y emocional, además de riesgos de accidentes si llegan a moverse fuera de los espacios controlados.

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También advierten que estas prácticas envían un mensaje de normalización del maltrato al tratar a seres vivos como accesorios, algo que puede influir negativamente en la percepción de miles de seguidores, especialmente jóvenes que tienden a replicar comportamientos de artistas con alto alcance mediático.

Hasta el momento, Bad Bunny no ha emitido ninguna declaración oficial sobre las denuncias, mientras que PETA y otras organizaciones defensoras de animales han asegurado que continuarán ejerciendo presión pública y legal para que deje de incluir animales en sus presentaciones.

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