Así ha evolucionado el salario mínimo en Colombia en las últimas décadas

El salario mínimo en Colombia alcanzará en 2026 su mayor incremento nominal en más de dos décadas. El Gobierno nacional decretó un ingreso base mensual de $1.750.905, acompañado de un auxilio de transporte de $249.095, lo que eleva el ingreso mínimo legal a $2.000.000 a partir del 1 de enero. La decisión se tomó tras no lograrse un acuerdo en la mesa de concertación laboral y representa un aumento del 23% frente a 2025.

Este ajuste marca un punto de inflexión en la trayectoria reciente del salario mínimo y se suma a una tendencia de incrementos acelerados en los últimos años, en contraste con los aumentos graduales que caracterizaron buena parte de las décadas anteriores.

La evolución del salario mínimo en Colombia ha estado marcada por distintos contextos económicos. Durante los años ochenta y comienzos de los noventa, el país enfrentó altos niveles de inflación, lo que llevó a incrementos anuales superiores al 20%. En 1989 se registró uno de los mayores aumentos históricos, del 27%, en un intento por compensar una inflación que superó el 28% anual.

Con la estabilización macroeconómica que comenzó a consolidarse a finales de los noventa y se afianzó desde el año 2000, los ajustes salariales se moderaron. En ese periodo, los incrementos oscilaron generalmente entre el 3% y el 8% anual, en línea con una inflación más controlada y con criterios de productividad y sostenibilidad empresarial.

Durante el gobierno de Andrés Pastrana, entre 1998 y 2002, el salario mínimo pasó de $203.826 a $309.000, siguiendo una política de ajustes anuales ligados al índice de precios. En la administración de Álvaro Uribe, entre 2002 y 2010, el salario continuó creciendo de manera sostenida hasta ubicarse en $515.000 al cierre de ese periodo, con aumentos cercanos al 6% anual.

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Bajo el mandato de Juan Manuel Santos, entre 2010 y 2018, la tendencia de incrementos graduales se mantuvo. El salario mínimo pasó de $535.600 en 2011 a $781.242 en 2018, en el marco de negociaciones tripartitas entre el Gobierno, los empresarios y las centrales obreras.

En el gobierno de Iván Duque, los incrementos adquirieron mayor visibilidad social. El salario se fijó en $828.116 en 2019, subió a $877.803 en 2020 y alcanzó los $908.526 en 2021. En 2022 se produjo un hito simbólico al establecerse por primera vez en $1.000.000.

La administración de Gustavo Petro ha estado marcada por aumentos catalogados como históricos en la etapa reciente. El salario mínimo pasó de $1.160.000 en 2023 a $1.300.000 en 2024 y a $1.423.500 en 2025, antes del salto al valor decretado para 2026. Estos ajustes han superado de manera consistente la inflación, con el objetivo de mejorar el ingreso real de los trabajadores.

En la última década, el salario mínimo pasó de $689.455 en 2016 a $1.750.905 en 2026, lo que representa un aumento nominal cercano al 150%. Este periodo evidencia una clara aceleración en los incrementos, especialmente desde 2022, en un contexto de recuperación económica, presiones inflacionarias y debates sobre equidad salarial.

La decisión para 2026 se dio en un escenario de desacuerdo entre empresarios y sindicatos, con una inflación proyectada cercana al 3%, retos fiscales persistentes y un mercado laboral en proceso de ajuste. El incremento de $327.405 en el salario base y de $376.500 en el ingreso total, incluyendo el auxilio de transporte, ubica este ajuste entre los más altos desde la Constitución de 1991, aunque por debajo de los registrados en los años de alta inflación.

En términos internacionales, y con la Tasa Representativa del Mercado vigente al cierre de 2025, el salario mínimo de 2026 equivale a cerca de 471 dólares sin auxilio de transporte y a 539 dólares con el subsidio incluido, una referencia que permite dimensionar su posición frente a otros países de la región.

Datos del DANE indican que cerca del 46% de los trabajadores en Colombia gana menos de un salario mínimo y más del 80% recibe hasta dos salarios mínimos, lo que subraya el impacto que tiene cada ajuste anual sobre la mayoría de la población económicamente activa.

El incremento histórico para 2026 reabre el debate sobre los efectos del salario mínimo en el empleo, la inflación y la sostenibilidad empresarial. Mientras el Gobierno destaca el fortalecimiento del ingreso real de los trabajadores, analistas advierten sobre los desafíos que implica mantener el equilibrio entre bienestar laboral, productividad y estabilidad económica.

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