Tribunal de Medellín ordena rectificación pública en favor del médico Carlos Ramos Corena

En una decisión de segunda instancia emitida el 15 de mayo de 2025, la Sala Civil de Decisión del Tribunal Superior de Medellín resolvió una demanda interpuesta por el médico cirujano Carlos Ramos Corena contra la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.

El pronunciamiento judicial concluyó que la entidad demandada incurrió en una vulneración de los derechos fundamentales del profesional a la honra y al buen nombre, al replicar y difundir información sin haber verificado previamente su veracidad, lo cual derivó en afectaciones patrimoniales y personales para el demandante.

El proceso judicial se originó tras la publicación, en el sitio web institucional de la Sociedad, de contenido que atribuía a Ramos Corena conductas presuntamente irregulares relacionadas con el ejercicio de la cirugía plástica, así como señalamientos que cuestionaban su idoneidad profesional y académica.

En dichas afirmaciones se insinuaba que el médico no contaba con título válido y que existían antecedentes judiciales por falsificación de documentos clínicos, hechos que, conforme a lo acreditado en el expediente, resultaron ser falsos.

La sentencia obliga a la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica a realizar una rectificación pública en su página web, reconociendo el error en la difusión de dichas afirmaciones.

De acuerdo con lo ordenado por el Tribunal, la entidad debió señalar expresamente que el demandante es médico titulado desde el año 2002 y que no registra condenas por falsificación de firmas ni de documentos relacionados con historias clínicas, lo cual desmonta las aseveraciones que dieron origen al conflicto.

El fallo judicial también reconoció el impacto que la divulgación de esta información no verificada tuvo sobre la vida personal y profesional del médico demandante.

Durante el desarrollo del proceso, Ramos Corena manifestó ante el despacho que, a raíz de la difusión de esos señalamientos, enfrentó el cierre de su consultorio, la pérdida de la confianza de sus pacientes y un deterioro económico que lo llevó a la quiebra.

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Adicionalmente, expuso afectaciones emocionales sufridas por su núcleo familiar, incluidas situaciones de estigmatización y acoso escolar hacia sus hijos.

En cumplimiento de la decisión del Tribunal, la Sociedad publicó en su sitio oficial un comunicado en el que reconoce que incurrió en una falta al reproducir la información sin cotejar su veracidad.

En dicho texto se lee: “Con el fin de cumplir con la sentencia judicial proferida por la Sala Civil de Decisión del Tribunal Superior de Medellín el 15 de mayo de 2025, la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva se permite comunicar que incurrió en un error al haber replicado esa información inicial, sin constatar que el demandante sí ostentaba la condición de médico titulado desde 2002 y que no existía ninguna condena en su contra por la falsificación de firmas y cédulas en las historias clínicas”.

La controversia, sin embargo, no se ha limitado al plano judicial. En sus redes sociales, Carlos Ramos Corena ha planteado nuevas denuncias relacionadas con el funcionamiento del gremio médico especializado en cirugías estéticas.

Entre sus afirmaciones más recientes, el profesional ha advertido sobre presuntas irregularidades dentro de la propia Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, a la que señala de intentar excluir a profesionales que no hacen parte de sus filas.

De igual manera, ha denunciado supuestos hechos de presión, intimidación y prácticas de competencia desleal por parte de algunos de sus integrantes.

En una declaración publicada en su perfil personal, Ramos Corena manifestó: “Dentro de esta sociedad se están haciendo cirugías ilegales, hay doctores directivos que amenazan a pacientes con cuchillo, cierres forzados y manipulados de clínicas que no hacen parte de esa sociedad y son competencia. Hoy le pido a las autoridades que investiguen a congresistas a los que al parecer, esta sociedad les está pagando para que avance una ley hecha a la medida de una élite médica, tratando de monopolizar el gremio”.

El médico también ha hecho referencia a un proyecto legislativo actualmente en trámite en el Congreso de la República, del que sostiene que podría establecer un marco normativo restrictivo para el ejercicio de la cirugía estética, favoreciendo los intereses de determinados grupos profesionales y limitando el acceso al mercado a médicos con formación certificada pero ajenos a dicha asociación gremial.

Según sus declaraciones, dicha propuesta estaría siendo promovida con el apoyo de congresistas supuestamente influenciados por miembros de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica.

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