Software espía en el celular de Armando Benedetti apuntaría a una entidad gubernamental

La seguridad digital del ministro del Interior, Armando Benedetti, quedó en entredicho tras una inspección técnica que detectó indicios de un software espía de última generación en su teléfono personal. El hallazgo fue confirmado por Milton Hernando Cuadros Peña, investigador privado contratado por el funcionario, quien compartió los detalles del análisis forense en conversación con la revista Semana.

El proceso inició el viernes 28 de noviembre y se extendió durante 24 horas. Según Cuadros Peña, un sistema extranjero aplicado al iPhone 17 de Benedetti encontró señales atribuibles a la versión más reciente de Pegasus, considerada una de las herramientas de vigilancia digital más sofisticadas del mundo. Este programa, desarrollado en Israel, opera mediante ataques “cero clic”: el usuario no necesita abrir enlaces ni responder mensajes para que el dispositivo quede comprometido.

“El software puede instalarse a partir de una llamada o un mensaje unidireccional. El usuario no debe manipular el celular para que el ataque se ejecute”, explicó el investigador a Semana. La revisión no permitió identificar quién habría activado la intrusión, pero sí estableció un factor determinante: Pegasus solo es comercializado con entidades gubernamentales y no está disponible para actores privados, lo que orienta las hipótesis hacia agencias de inteligencia o estructuras estatales.

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Cuadros Peña subrayó que el sistema fue creado para combatir el terrorismo y el crimen organizado, no para vigilancia interna. Aun así, evitó señalar responsables directos. “Decir de dónde exactamente provino sería irresponsable. El software no permite rastrear a la entidad que lo activó”, señaló.

Frente al hallazgo, el experto recomendó a Benedetti reemplazar el dispositivo y acudir a la justicia para determinar el origen del ataque. Aclaró que reiniciar el equipo no elimina la vulnerabilidad ni evita nuevas infecciones. “La evidencia fue entregada mediante un informe pericial. Es una advertencia sobre el manejo de la información: no hay nada que se pueda hacer en el equipo para impedir que vuelva a infectarse”, concluyó.

El caso se suma a un clima político marcado por tensiones en el Gobierno y litigios judiciales. Benedetti ya había solicitado a la Corte Suprema medidas de protección por lo que describió como “emboscadas judiciales”. Con este episodio, la discusión se traslada ahora al terreno de la ciberseguridad y al eventual uso indebido de herramientas de espionaje reservadas para el Estado.

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