Federico Gutiérrez acusa al Gobierno de guardar dinero para campaña electoral

En medio del debate político y económico que generó el archivo del proyecto de reforma tributaria presentado por el Ministerio de Hacienda, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, expresó su inconformidad frente al manejo de los recursos por parte del Gobierno nacional.

El mandatario local vinculó el fracaso legislativo de la iniciativa con una presunta estrategia electoral, señalando que, a su juicio, parte del presupuesto estaría siendo reservado para la próxima contienda presidencial.

Las declaraciones de Gutiérrez se produjeron luego de que las comisiones económicas del Congreso decidieran no continuar el trámite del proyecto impulsado por el ministro Ricardo Bonilla, lo cual dejó sin viabilidad el ajuste tributario previsto para garantizar el cierre presupuestal del año 2026.

Desde el Ejecutivo se ha advertido que la no aprobación de la reforma pone en riesgo la financiación de por lo menos 16,3 billones de pesos, afectando múltiples programas estatales.

No obstante, para el alcalde de Medellín, los problemas de ejecución presupuestal no se deben exclusivamente a la falta de nuevas fuentes de ingresos.

Gutiérrez argumentó que existe evidencia de que los recursos públicos no están siendo distribuidos de forma equitativa hacia las regiones.

Según afirmó, los gobiernos territoriales han debido asumir la continuidad de obras cuya financiación debía provenir de la Nación, como ocurre —dijo— con el caso del Túnel del Toyo, infraestructura vial de alto impacto en el departamento de Antioquia, que ha sido ejecutada con aportes del Gobierno departamental y del Distrito de Medellín.

En su intervención, el mandatario indicó que el Ejecutivo central estaría postergando inversiones claves mientras canaliza recursos hacia fines distintos a los establecidos en los planes de desarrollo.

El alcalde sostuvo que la desconexión entre el discurso oficial y las realidades presupuestales es cada vez más notoria, particularmente para los entes territoriales que han debido compensar la ausencia de cofinanciación nacional con recursos propios.

En su opinión, hay un patrón de conducta que evidencia la priorización de objetivos políticos por encima de los compromisos institucionales con las regiones.

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Según planteó, esto ha llevado a un escenario donde las administraciones locales enfrentan limitaciones estructurales para culminar proyectos estratégicos o implementar políticas sociales, al tiempo que observan un incremento en la concentración del gasto a nivel central.

Asimismo, Gutiérrez se refirió a las posturas del presidente Gustavo Petro en distintos escenarios públicos. Sin mencionar directamente episodios específicos, cuestionó el enfoque discursivo del mandatario nacional, al que asoció con mensajes que —en su criterio— fomentan la polarización.

Según explicó, en Medellín se ha optado por priorizar la ejecución presupuestal, promover la cohesión social y fortalecer los indicadores de desarrollo mediante una gestión técnica que, aseguró, no ha contado con el respaldo económico del Ejecutivo central.

Aun así, afirmó que los resultados obtenidos son evidencia de que las administraciones territoriales pueden avanzar en sus propósitos a pesar de las restricciones impuestas desde el orden nacional.

La declaración de Gutiérrez se suma al clima de tensión institucional que rodea las discusiones sobre la política fiscal del país.

Si bien el Gobierno nacional ha reiterado que la reforma buscaba asegurar los recursos necesarios para dar continuidad a programas sociales y garantizar la sostenibilidad fiscal, las críticas desde distintos sectores apuntan a cuestionamientos sobre el ritmo de ejecución, la priorización del gasto y los mecanismos de asignación presupuestal.

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