Machado afirmó que Venezuela “ya fue invadida” por la criminalidad, en primer discurso desde Oslo

En una rueda de prensa en Oslo, un día después de recibir el Premio Nobel de la Paz a través de su hija, María Corina Machado lanzó una de sus advertencias más contundentes sobre la situación venezolana. La dirigente aseguró que el país “ya ha sido invadido” por agentes rusos e iraníes, además de organizaciones terroristas como Hezbollah y Hamás, así como por carteles y guerrillas que —según ella— actúan articulados con el régimen de Nicolás Maduro.

Machado describió un territorio dominado por estructuras criminales con fuerte injerencia extranjera. Señaló que estos grupos han consolidado control social y económico, y afirmó que incluso los carteles “se han apoderado del 60% de la población”, involucrándose no solo en narcotráfico, sino también en trata de personas y explotación sexual. “Venezuela se ha convertido en el centro del crimen en América”, sostuvo.

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La opositora explicó que el régimen se sostiene gracias a un sistema de represión “robusto y bien financiado”, nutrido por recursos obtenidos de economías ilícitas. “El dinero proviene del narcotráfico, del mercado negro del petróleo, del tráfico de armas y de la trata. Necesitamos cortar esos flujos. Una vez se debilite la represión, se acabó, porque eso es lo único que le queda al régimen: violencia y terror”, declaró.

Machado pidió a la comunidad internacional actuar de manera coordinada para desmantelar los canales que alimentan al aparato chavista y a las redes criminales que —asegura— operan desde Venezuela hacia el resto de la región. “Han convertido al país en un refugio seguro para sus operaciones”, afirmó.

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En su intervención, agradeció a quienes “arriesgaron sus vidas” para ayudarla a salir de la clandestinidad y llegar a Oslo, calificando el proceso como “una experiencia extraordinaria” que espera contar algún día sin poner en riesgo a sus colaboradores.

La líder opositora insistió en que mantiene intacta la esperanza de una transición democrática. “Tengo mucha confianza en que Venezuela será libre y volverá a ser un faro de oportunidad”, expresó al dirigirse al público noruego, europeo y venezolano.

También reivindicó el legado histórico de Venezuela como nación de acogida y aseguró que, cuando llegue la recuperación democrática, el país volverá a abrir sus puertas al mundo. “Daremos la bienvenida no solo a los venezolanos que tuvieron que huir, sino a todos aquellos que busquen un refugio, como lo fue nuestro país décadas atrás”.

Durante su declaración, Machado vinculó la paz a la libertad individual, planteando que ambas condiciones dependen de decisiones personales que, sumadas, generan la fuerza colectiva necesaria para transformar una nación. “La paz, en última instancia, es un acto de amor”, afirmó, atribuyendo ese impulso al deseo de millones de venezolanos de recuperar su tierra, su dignidad y su futuro.

Cerró su discurso con un mensaje de determinación: “Convertiremos a Venezuela en un centro energético, tecnológico y democrático de las Américas. Ese día llegará, y será pronto”.

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