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Condenan a youtuber por acusar falsamente de corrupción a jueza del caso Uribe

Debe pagar 10 años de prisión por delitos de injuria y calumnia agravados.

HACKER FISCALÍA
Por Agencia Periodismo Investigativo | Vie, 21/04/2023 - 09:20 Créditos: Twitter

Un youtuber colombiano, Richard Maok Riaño Botina, ha sido condenado a 10 años de prisión por los delitos de injuria y calumnia agravados por llamar "corrupta" a la jueza 28 de Conocimiento de Bogotá, Carmen Helena Ortiz, en sus redes sociales. 

Además, el ente acusador solicitó una orden de captura y una notificación roja en Interpol en contra del youtuber, quien actualmente reside en Canadá.

El caso surgió cuando Riaño Botina acusó falsamente a la jueza Ortiz de estar implicada en actos de corrupción y de haber sido nombrada para beneficiar al expresidente Álvaro Uribe Vélez en el primer proceso de preclusión. 

La Fiscalía pidió una sentencia ejemplar, debido a que el youtuber no realizó la rectificación a la que se comprometió, atentó contra una servidora judicial, y puso en riesgo la vida de la jueza y su familia.

La Fiscalía también señaló que Riaño Botina atentó contra la credibilidad de las instituciones judiciales al desprestigiar públicamente a una juez de la República sin prueba alguna. En este sentido, la Fiscalía y la representación de víctimas pidieron una sentencia de 10 años de prisión para Riaño Botina.

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La jueza determinó que el acusado pretendía hacer creer que el video que publicó lo hizo ejerciendo el papel de informador y porque le asiste el derecho a la libre expresión. Sin embargo, este derecho no es absoluto, ya que no se permite que una persona lesione el derecho fundamental a la honra.

Riaño Botina fue detective del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía en el año 2002, durante la administración del entonces Fiscal General de la Nación, Luis Camilo Osorio Isaza. 

Según sus afirmaciones, descubrió una conexión entre paramilitares, políticos y la Fiscalía al encontrar 52 interconexiones en los teléfonos de 49 funcionarios con presuntos miembros de grupos ilegales.

No obstante, desde que reventó el escándalo, en 2002, en la Fiscalía han desmentido sus resultados como detective y aseguran que era un simple empleado administrativo que estaba filtrando información reservada, motivo por el cual fue condenado. 

Riaño Botina se defiende diciendo que el ente acusador le encomendó esas tareas y que al descubrir la posible conexión con funcionarios activos con grupos ilegales lo sacaron de la institución.

Después de realizar dichas denuncias, Riaño fue despedido de la institución y condenado por la Corte Suprema por filtrar información reservada, lo que lo llevó a solicitar asilo político en Vancouver, Canadá.

 

 

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