USO rechaza la propuesta presidencial de vender activos de fracking de Ecopetrol en Estados Unidos

En medio de los debates sobre la orientación estratégica de Ecopetrol, la Unión Sindical Obrera (USO), organización que agrupa a trabajadores del sector petrolero en Colombia, manifestó su rechazo a la iniciativa promovida por el presidente Gustavo Petro de enajenar los activos relacionados con la operación de fracking que la empresa estatal mantiene en territorio estadounidense, particularmente en la cuenca del Permian, una de las zonas de mayor producción de hidrocarburos no convencionales a nivel global.

La propuesta presidencial fue reiterada a través de una comunicación pública en la que el jefe de Estado planteó la necesidad de reorientar la participación de Ecopetrol en el sector energético internacional, con el propósito de avanzar hacia un modelo productivo basado en energías limpias y tecnologías emergentes.

Según el presidente, la enajenación de las inversiones en fracking permitiría canalizar recursos hacia proyectos de transición energética, infraestructura digital y redes de conducción eléctrica, tanto en Colombia como en el ámbito latinoamericano y transoceánico.

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“Ecopetrol debe anticiparse al contexto internacional del colapso progresivo de la industria petrolera tradicional. Lo que le corresponde ahora es hacer uso de su capital para encaminarse hacia energías renovables, inteligencia artificial, fibra óptica y conducción eléctrica en el continente”, señaló Petro en su mensaje.

En su declaración, el mandatario insistió en que la operación en el Permian debe ser vendida para reinvertir los recursos en Colombia y en proyectos con visión de largo plazo.

Sin embargo, la USO advirtió que desinvertir en ese proyecto implicaría una pérdida sustancial en términos de producción y rentabilidad.

El sindicato indicó que los activos en el Permian permiten una producción diaria estimada en 100.000 barriles de petróleo, volumen que representa un componente central de los resultados operativos de Ecopetrol.

Además, dicha inversión ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos años. Durante 2024, la producción en esa cuenca presentó un incremento del 41,3 % con respecto a los niveles registrados en 2023.

“Nos oponemos a la solicitud de vender estos activos, porque eliminaríamos una fuente de producción significativa para la empresa y se perdería el retorno de la inversión que ya se ha efectuado en esa operación”, señaló el sindicato a través de un pronunciamiento oficial.

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La postura de la USO se fundamenta también en una visión integral sobre las finanzas de la compañía, la cual considera que debe protegerse mediante medidas complementarias que no comprometan su capacidad operativa actual.

En esa línea, el sindicato propuso al Ministerio de Hacienda una reducción en la exigencia de dividendos por parte del Estado, al tiempo que solicitó a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) una revisión del cobro de 3,6 billones de pesos correspondientes al impuesto al valor agregado (IVA) por la gasolina importada entre los años 2022 y 2024.

Esta importación fue efectuada por Ecopetrol para garantizar el abastecimiento interno del país durante ese periodo.

Así mismo, la organización sindical instó a la Junta Directiva de Ecopetrol a activar mecanismos de defensa jurídica frente a lo que calificó como una “reforma tributaria individual”, es decir, una serie de obligaciones fiscales que afectarían de forma particular a la empresa, según el sindicato, sin considerar su papel estratégico en el abastecimiento de combustibles, la inversión estatal y la generación de ingresos públicos.

El proyecto de fracking de Ecopetrol en Estados Unidos se desarrolla en la cuenca del Pérmico (Permian Basin), una de las regiones con mayor productividad de petróleo y gas no convencional del mundo.

Esta zona se ubica principalmente en Texas y Nuevo México, y es reconocida por su infraestructura consolidada, bajo costo de producción y alta eficiencia operativa.

El proyecto se basa en la extracción de petróleo y gas mediante técnicas de fracturamiento hidráulico (fracking) en formaciones de lutitas o shale.

Este tipo de producción se caracteriza por el uso de perforaciones horizontales y la inyección de fluidos a alta presión para liberar hidrocarburos atrapados en rocas de baja permeabilidad.

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Ecopetrol participa en este negocio a través de su filial Ecopetrol Permian LLC, junto con la petrolera estadounidense Oxy (Occidental Petroleum Corporation), con quien tiene una alianza estratégica desde 2019.

Ecopetrol posee el 49 % de participación en una joint venture con Occidental Petroleum. La empresa colombiana no opera directamente los pozos, sino que recibe su proporción de producción, ingresos y reservas de acuerdo con su participación accionaria. Occidental retiene el 51 % y actúa como operador del proyecto.

El proyecto ha representado una fuente creciente de ingresos para Ecopetrol desde su adquisición. Según los informes financieros de la compañía:

En 2023, la producción neta atribuible a Ecopetrol en el Permian fue de aproximadamente 100.000 barriles equivalentes por día (kbped), incluyendo petróleo y gas natural.

Para 2024, esa cifra se ha mantenido o incluso incrementado marginalmente, consolidando el Permian como una de las fuentes más rentables del portafolio del Grupo Ecopetrol.

En los estados financieros de 2023, se reportó que las operaciones del Permian aportaron cerca del 20 % de la producción total del Grupo Ecopetrol.

El margen de utilidad por barril en el Permian ha sido alto debido a los bajos costos operativos y a la calidad del crudo producido (ligero, tipo WTI).

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