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Gobernador Jorge Rey se opone a pico y placa para carros matriculados fuera de Bogotá y refuta a alcalde Galán
El mandatario de Cundinamarca sustenta los perjuicios que genera la determinación del alcalde de Bogotá.
El gobernador de Cundinamarca Jorge Rey, cuestionó la decisión del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán de imponer medidas restrictivas de pico y placa a automotores matriculados fuera de la capital de la República.
En su cuenta de la red social X, Rey señaló:
“En relación con el pico y placa anunciado por Bogotá (@Bogota) para vehículos matriculados por fuera de la ciudad, debemos reiterar que no compartimos este tipo de medidas restrictivas de la movilidad.
De implementarse, esta, no sería un buen mensaje ni un buen antecedente en materia de integración territorial. La segregación sería el principio sobre el cual se moverían las relaciones entre Bogotá y Cundinamarca para abordar hechos metropolitanos a futuro como los servicios ambientales, la seguridad alimentaria o la logística especializada; eso no le conviene a nadie.
El impuesto de vehículos es una renta cedida por la Nación a los entes territoriales, cuyo objetivo es garantizar la libre movilidad de estos por el país.
Usar el recaudo de este impuesto como pretexto para restringir la movilidad va en contra de la esencia del tributo, que es garantizar —repito— la libre circulación por el territorio nacional.
No es coherente utilizar una motivación tributaria para imponer una medida de restricción de la movilidad.
Es bienvenida la discusión sobre el tributo, la hemos propuesto desde que Bogotá anunció la medida, ideal hubiera sido sin el condicionamiento de una prohibición a la movilidad.
En aras de la discusión y con la intención de aportar recursos a la ciudad, hemos propuesto utilizar un porcentaje de los recursos que Bogotá y Cundinamarca transfieren a la Región Metropolitana para el mejoramiento y mantenimiento de la semaforización en Bogotá.
También, avanzar, mediante una reforma legislativa, para que entre Bogotá y Cundinamarca se transfiera el 20% o más del impuesto que paga el contribuyente matriculado en un lugar diferente a su domicilio.
El símil utilizado del pago de la administración en el conjunto en el que se vive y no en otro, es aplicable solo si ese copropietario no saliera nunca de su apartamento o casa a proveerse de bienes y servicios que provienen de su entorno, el cual, para poder generarlos, también necesita inversiones que los garanticen.
Es como ponerle un impuesto al plomero que arregla el edificio, al administrador que no vive allí o a los cuidadores de niños del conjunto: no van por gusto, van porque hay una necesidad que suplir.
En la región, muchos bogotanos trabajan, estudian, emprenden y comercializan; ¿en qué se diferencia su situación de lo que hacen los cundinamarqueses en Bogotá? ¿Cómo impacta la restricción planteada para los sábados al comercio y al turismo en la ciudad? ¿Los gremios han cuantificado este impacto? @FenalcoBogota @ANDI_Colombia ¿Cuántos empleos se perderían? ¿Estos impactos no serían mayores que lo que pretende recaudar el Distrito con esta medida?
Un mayor aumento en el número de matrículas en Bogotá debería venir como efecto de incentivos positivos y no restrictivos, tales como la reducción de los costos de matrícula vehicular —hoy al doble del promedio del país—, el aumento en la calidad del servicio y la implementación de estrategias que garanticen eficiencia tributaria, como el cobro persuasivo para recuperar cartera.
Desde 2023, más de 200 mil vehículos que se matricularon en Bogotá, hoy no pagan el impuesto pese a estar obligados a hacerlo. Si estas acciones se implementaran, Bogotá podría cumplir sus metas de recaudo sin necesidad de cerrar la puerta de la casa de todos”, indicó Rey.
Al respecto, el alcalde Galán no respondió a los argumentos del gobernador Jorge Rey, sin embargo si lo hizo su secretaria de Hacienda Ana María Cadena.
La funcionaria indicó en su cuenta de la red social X: “Gobernador, agradezco su apertura al diálogo. En Bogotá estamos también listos para sentarnos, explicar y buscar soluciones que le funcionen a la ciudad y a la región. Sin embargo, quisiera hacer varias claridades.
El impuesto de vehículos se creó en 1998. Como usted dice, es un impuesto nacional cedido a las entidades territoriales, con el fin de que éstas cuenten con los recursos necesarios para realizar las inversiones propias que requiere la adecuada movilidad en los territorios. Es un principio general del derecho tributario que los contribuyentes tributen en el lugar en el que se hace la explotación económica o se utiliza la infraestructura a su favor. Esto no ocurre hoy en el caso de impuesto de vehículos.
Hasta el año 2008 tanto Bogotá como Cundinamarca ofrecieron incentivos tributarios al impuesto de vehículos en sus territorios. A partir de ese año, ambos los eliminaron: Bogotá lo hizo mediante el Acuerdo Distrital 352 de 2008, en el que, explícitamente, el Concejo de Bogotá condicionó la eliminación de los beneficios a que Cundinamarca también lo hiciera. Sabía que quedar en condiciones distintas a las de Cundinamarca iría en detrimento de sus finanzas futuras.
A partir del año 2015 Cundinamarca estableció nuevamente los mencionados descuentos. La última ordenanza (038 de 2025) estableció estos descuentos por tres años más, hasta septiembre de 2028. Esto ha hecho que, nuevamente, Bogotá esté en condiciones no competitivas para fomentar la matrícula de vehículos en la ciudad, en particular la de vehículos de combustible fósil (en vehículos eléctricos e híbridos otorgamos las mismas condiciones a los contribuyentes).
Lo anterior ha hecho que en los últimos 10 años la participación de Bogotá en la matricula de vehículos nuevos de combustibles fósiles sobre el total nacional SIN INCLUIR MOTOS cayera a menos de la mitad y la de Cundinamarca se hubiera triplicado
A octubre de 2025, la problemática se profundiza: la matrícula de vehículos de combustibles fósiles en Bogotá cae 7% frente al mismo mes del año anterior, mientras la de Cundinamarca presenta un incremento cercano al 20%. En lo corrido de 2025 Cundinamarca ha matriculado más del doble de vehículos de combustible fósil que Bogotá. Es verdad, la matrícula de Bogotá crece, pero lo hace gracias al comportamiento de los vehículos híbridos y eléctricos, para los que, nuevamente, ofrecemos las mismas condiciones que ofrece Cundinamarca.
Usted dice que el problema de Bogotá son las motos. Es verdad que la mayoría de las motos se matriculan en Cundinamarca, tanto es así que cuando las incluimos en el análisis, la participación de Bogotá en la matrícula total de 2024 baja de 13,7% a 4,6%; pero nuestras cifras se han referido siempre a cálculos de matrícula de vehículos excluyendo motos.
Se estima que Bogotá ha dejado de recibir $1,1 billones en los últimos 10 años derivado de la disminución en su participación en la matrícula del total nacional (no solo por lo ocurrido con Cundinamarca). En la medida en que la menor participación se va acumulando en el tiempo, cada año el impacto es mayor. En 2024, se estima que la perdida fue de $282.672 millones.
No es cierta su afirmación de que el problema de Bogotá es una falta de gestión de sus impuestos. Con corte a septiembre, la recuperación de cartera del impuesto alcanzó el recaudo más alto para al menos los últimos 6 años. Su error consiste en comparar el recaudo del año completo de Bogotá en 2024 con las cifras de sólo 9 meses de 2025, con corte a septiembre. Lo correcto sería comparar ambos años a septiembre o ambos años con la proyección a diciembre, y así podría observar que el recaudo crece.
Al impacto en la matrícula se suma que Bogotá no recibe de Cundinamarca la participación que por ley le corresponde en el impuesto de vehículos. El artículo 322 de la Constitución Política señala expresamente que Bogotá está sujeta a “las disposiciones vigentes para los municipios”, sin perjuicio de las otras normas especiales que le aplican por ser el Distrito Capital. Así lo ha reconocido la Corte Constitucional. Con base en lo anterior, todos los departamentos le hacen el giro a Bogotá. En 2024 Cundinamarca nos giró $10 millones, menos que departamentos como Putumayo o Arauca.
Finalmente, lo que sí está creciendo de manera muy significativa es el gasto distrital en infraestructura vial, control de siniestros y gestión del tráfico, que ha aumentado un 71% entre 2021 y 2025. Las necesidades de inversión crecen al ritmo que crecen los vehículos que circulan en la ciudad, pero los recursos para atenderlas están creciendo mucho menos por todo lo aquí expuesto. Bogotá no puede seguir siendo un espectador pasivo ante esta realidad y estoy segura de que usted, como gobernador, lo entiende”, puntualizó Cadena.
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