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Tensión en Casa de Nariño: renuncias y conflictos tras llegada de Alfredo Saade al despacho de Petro

Más de 30 funcionarios en incertidumbre por renuncias solicitadas por Saade en la Presidencia de la República.

Pastor Saade y Gustavo Petro
Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 20/07/2025 - 11:09 Créditos: Imagen tomada de X: @petrogustavo

La llegada de Alfredo Saade a la Jefatura de Despacho Presidencial ha generado una crisis interna en la Casa de Nariño, con denuncias sobre despidos, renuncias masivas, enfrentamientos con funcionarios de carrera y decisiones administrativas que han causado fricciones entre dependencias del Gobierno.

Desde su designación, hace poco más de un mes, Saade ha solicitado la renuncia de más de 30 trabajadores de Presidencia, cinco de los cuales ya han salido de la entidad, mientras que otros evalúan su permanencia en medio de un ambiente que varios describen como tenso y restrictivo, según El Colombiano.

El presidente Gustavo Petro, durante un Consejo de Ministros reciente, cuestionó públicamente una de las decisiones más controversiales de Saade: la salida de María Fernanda Gaitán Lozano, directora de la Unidad de Cumplimiento de Presidencia, a quien el jefe de despacho pidió su renuncia sin consultar al mandatario. Gaitán, con trayectoria en entidades estatales y universidades, estaba a cargo de la elaboración del informe que Presidencia debe entregar al Congreso al cierre de cada legislatura.

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Aunque presentó su renuncia hace dos semanas, no ha sido aceptada y permanece sin equipo de trabajo, luego de que dos colaboradores dimitieran en julio por inconformidad con las condiciones laborales.

Desde su ingreso, Saade ha adoptado un estilo que fuentes internas califican como autoritario. Antes de formalizar su posesión, ordenó el desalojo de una oficina utilizada por el ministro del Interior, Armando Benedetti, y su equipo.

Posteriormente, envió mensajes de WhatsApp solicitando renuncias protocolarias a más de 30 empleados, entre ellos trabajadores con más de 15 años de servicio que están próximos a jubilarse.

Varios de ellos afirmaron que la incertidumbre sobre su situación laboral afecta sus derechos, pues las renuncias no han sido formalmente aceptadas ni rechazadas.

Funcionarios que han trabajado de cerca con Saade relatan episodios de reuniones en las que se habrían producido gritos, advertencias de despido y declaraciones que refuerzan una relación jerárquica inflexible.

Según testimonios recabados por El Colombiano, en su primer día de gestión el funcionario reunió a varios equipos para solicitar informes de labores y, tras afirmar que no habría despidos inmediatos, al día siguiente elevó el tono de las instrucciones y reiteró que las órdenes debían cumplirse sin objeción.

Las tensiones no se limitan a asuntos administrativos. Saade ha intervenido en decisiones de seguridad y logística que, según funcionarios del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), exceden sus competencias.

Ordenó instalar tanques de seguridad alrededor de la Casa de Nariño y reinstalar sistemas de acceso biométrico en las oficinas presidenciales, medidas que habían sido retiradas previamente para promover un modelo de “puertas abiertas”.

Estas disposiciones, de acuerdo con personal de la Casa Militar, fueron implementadas sin consulta técnica, lo que ha generado molestias entre los equipos encargados de la seguridad presidencial.

En paralelo, Saade ha propuesto iniciativas que han sido calificadas por asesores como poco convencionales. Entre ellas, la creación de una red social denominada “P”, que, según él, buscaría competir con plataformas como X (antes Twitter) y servir como canal oficial de comunicación directa del Gobierno.

También ha promovido el uso simbólico del lápiz en fotografías institucionales, argumentando que representa un compromiso con la educación y la transformación social. El propio Saade ha defendido estas acciones, señalando que buscan “contrarrestar la desinformación” y “modernizar las comunicaciones gubernamentales”.

La proyección de Saade en temas de política exterior y gestión de proyectos también ha generado incomodidad en algunos sectores del Ejecutivo.

Durante un viaje reciente a Caracas, firmó un acuerdo comercial con autoridades venezolanas y expresó que el presidente Gustavo Petro, Nicolás Maduro y el fallecido Hugo Chávez comparten “un mismo sueño” de integración regional, afirmación que causó cuestionamientos dentro del gabinete.

Además, ha sido señalado por asumir roles que corresponden a otros funcionarios, como ocurrió con la discusión sobre los contratos de pasaportes y con el seguimiento a las negociaciones del paro arrocero.

Aunque Saade reconoce las medidas implementadas y defiende su actuación alegando que Petro es “uno de los mandatarios más amenazados de América”, las tensiones continúan en aumento.

Funcionarios de carrera, asesores y ministros consultados coinciden en que el ambiente laboral en la Presidencia se ha deteriorado desde su nombramiento, con una dinámica que combina incertidumbre laboral, decisiones centralizadas y un estilo de dirección que ha provocado roces con diferentes dependencias del Gobierno.

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