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Francia Márquez: las controversias desde que asumió la vicepresidencia de Colombia desde 2022
El reciente discurso de la vicepresidente hace parte de una serie de polémicas, esta vez más alejada del gobierno Petro.

Desde su posesión como vicepresidenta de Colombia el 7 de agosto de 2022, Francia Márquez ha sido una de las figuras más visibles y, al mismo tiempo, más polémicas del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Su ascenso, que generó expectativa por tratarse de la primera mujer afrodescendiente en ocupar un cargo de tan alto rango en el país, se ha visto opacado por una sucesión de controversias políticas, tensiones dentro del Ejecutivo y críticas públicas sobre su desempeño.
A lo largo de tres años de gestión, Márquez ha pasado de ser presentada como un símbolo de cambio y representación a convertirse en un factor de divisiones dentro del propio gabinete, enfrentando crisis políticas que han puesto a prueba su relación con Petro, su influencia dentro del gobierno y su proyección política a futuro.
La situación más compleja para la vicepresidenta se desató entre febrero y marzo de 2025, cuando fue apartada de su cargo como ministra de Igualdad y Equidad, cartera que había asumido en 2023 como parte de su agenda para promover políticas sociales con enfoque de género y etnicidad.
Su salida del ministerio se produjo en medio de acusaciones sobre baja ejecución presupuestal y denuncias de presuntas irregularidades administrativas, aunque Márquez señaló que su desvinculación respondió a tensiones políticas y a su rechazo a prácticas de corrupción dentro del Ejecutivo.
A este episodio se sumó el golpe jurídico del Consejo de Estado, que en marzo de 2025 anuló la personería jurídica del partido Soy Porque Somos, fundado por Márquez, debilitando su estructura política en el Congreso y limitando su capacidad de respaldar legislativamente sus proyectos.
Analistas señalaron que estos hechos representaron el punto más bajo de su carrera desde que llegó al poder.
Distanciamiento con Gustavo Petro
Las fricciones entre la vicepresidenta y el presidente Petro se hicieron más evidentes a lo largo de 2025. Márquez acusó públicamente al gobierno de reproducir prácticas de racismo y patriarcado, asegurando que se le negaban recursos y respaldo institucional para ejecutar políticas en los territorios más afectados por desigualdades.

Estas declaraciones tensaron aún más la relación con la Casa de Nariño, que buscó minimizar sus señalamientos, mientras diversos sectores del Congreso las interpretaron como un indicio de ruptura interna.
La distancia política también se evidenció durante la instalación del Congreso el 20 de julio de 2025, cuando Márquez ingresó sola al recinto legislativo y evitó interactuar con el resto del gabinete presidencial.
Pese a las especulaciones, en sus redes sociales afirmó que su presencia en el acto representaba un compromiso institucional más allá de las diferencias políticas.
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Uno de los episodios más delicados en la trayectoria de Márquez ocurrió en junio de 2025, tras la publicación de una serie de audios filtrados del excanciller Álvaro Leyva, en los que se mencionaba un supuesto plan conspirativo para destituir a Gustavo Petro y reemplazarlo por la vicepresidenta.
Aunque Márquez negó cualquier participación en esa trama, el propio presidente pidió públicamente que diera explicaciones ante la justicia para esclarecer su papel en los señalamientos. Este episodio alimentó rumores sobre su eventual salida del gobierno.
Desde finales de 2024 y a lo largo de 2025, diversos sectores cuestionaron el bajo perfil público de Márquez, señalando que su escasa visibilidad en debates clave debilitaba su liderazgo.
A esto se sumaron cuestionamientos a su estilo de comunicación, especialmente tras respuestas consideradas confrontativas, como cuando defendió el uso de helicópteros para desplazamientos oficiales debido a razones de seguridad, generando críticas por supuestos privilegios.
En paralelo a las controversias políticas, Márquez ha sido blanco constante de ataques racistas, misóginos y clasistas, tanto en redes sociales como en declaraciones de figuras públicas.

La vicepresidenta ha denunciado en múltiples ocasiones que las críticas hacia su gestión no siempre responden a su labor política, sino a prejuicios históricos por su origen étnico y social. Incluso ha llevado a instancias judiciales casos de difamación, como el protagonizado por la cantante Marbelle, quien tuvo que retractarse por expresiones ofensivas contra ella.
A pesar de las tensiones y los cuestionamientos, Márquez ha reiterado que no contempla renunciar a la vicepresidencia y que continuará impulsando agendas de inclusión social y defensa de los derechos de las comunidades históricamente marginadas.
Sin embargo, su futuro político depende en buena parte de cómo logre sortear los procesos judiciales, los desafíos internos con el presidente Petro y la reconstrucción de su base política tras la anulación de su partido. Su más reciente discurso de este viernes deja más dudas que certezas.
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