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Trump envía la Guardia Nacional a Los Ángeles
La medida busca contener las protestas por redadas antimigrantes y fue rechazada por el gobernador de California
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de 2.000 miembros de la Guardia Nacional en Los Ángeles tras varios días de protestas por las redadas de inmigración realizadas por agentes federales. La decisión fue anunciada el sábado por la noche, luego de que se registraran enfrentamientos entre manifestantes y autoridades en zonas de alta población latina, como Paramount y Compton.
La Casa Blanca justificó la medida como una respuesta ante “la anarquía” generada por las protestas. Según la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, el despliegue tiene como objetivo respaldar a las fuerzas del orden ante “comportamientos violentos”. El presidente felicitó públicamente a la Guardia Nacional por su actuación a través de su red Truth Social.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, rechazó el envío de tropas calificándolo como “una acción provocadora” que podría agravar el conflicto. Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que unidades del Ejército estacionadas cerca podrían ser movilizadas si la situación escala.
Durante las protestas, agentes del ICE lanzaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para dispersar a los manifestantes, quienes denunciaban detenciones masivas y exigían respeto a los derechos humanos. Algunos testigos reportaron incendios y bloqueos en las calles, así como la presencia de banderas mexicanas en señal de resistencia.
Las redadas forman parte de la política migratoria de línea dura que Trump retomó tras asumir nuevamente la presidencia en enero. Funcionarios del gobierno indicaron que se han efectuado numerosos arrestos en los últimos días, aunque no se ha informado la cifra oficial. Organizaciones de derechos civiles han advertido sobre el impacto en comunidades vulnerables.
Tanto la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, como líderes locales han exigido el retiro de las fuerzas federales y el cese de los operativos, argumentando que estos generan miedo e inestabilidad en la ciudad. Sin embargo, el Gobierno federal insiste en que las acciones buscan “restablecer el orden” y asegurar el cumplimiento de la ley migratoria.
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