Fitch recorta calificación crediticia de Colombia a BB por altos déficits fiscales

Fitch Ratings recortó la calificación crediticia de Colombia de BB+ a BB y revisó su perspectiva de negativa a estable, argumentando la persistencia de déficits fiscales elevados y sostenidos que seguirán presionando al alza la deuda pública como proporción del PIB en el mediano plazo, alejándola del promedio de sus pares regionales.

La calificadora señaló que la ausencia de un ancla fiscal creíble, el creciente nivel de rigidez del gasto y las posibles restricciones políticas para aprobar medidas que aumenten los ingresos comprometen seriamente las perspectivas de consolidación fiscal después de las elecciones presidenciales de 2026, independientemente de quién resulte elegido.

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De acuerdo con Fitch, el déficit fiscal del Gobierno central alcanzará 6,5% del PIB este año, un nivel superior al estimado para el cierre de 2024. Aunque esta cifra sería ligeramente menor al déficit del año pasado, calculado en 6,7% del PIB, la agencia precisó que esta mejora obedece principalmente a las recompras de deuda realizadas durante el año por debajo de su valor nominal.

Estas operaciones, explicó Fitch, permitirían reducir los pagos de intereses hasta 3,6% del PIB, frente al 4,7% estimado en junio. Sin embargo, advirtió que el gasto primario aumentaría 13 % en 2025, lo que llevaría el déficit primario a 2,9% del PIB, por encima del 2,4% registrado en 2024, de las proyecciones previas de la agencia y del promedio de 0,1% de los países con calificación BB.

El informe también recordó que en octubre el Congreso recortó el presupuesto presentado por el Gobierno, generando un faltante de financiación de $16 billones, equivalente al 0,8% del PIB, que debía cubrirse con mayores ingresos. No obstante, en diciembre el Legislativo rechazó las medidas propuestas para cerrar ese déficit.

Finalmente, Fitch estimó que el déficit del Gobierno central se ampliará a 7,5% del PIB en 2026, superando la meta oficial de 6,2%. Según la agencia, este deterioro responderá a la normalización del pago de intereses y a la falta de ajustes suficientes en el gasto, tanto por parte del gobierno saliente como del próximo gobierno.

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