María Paula Linares la hija del fundador de las universidades Los Libertadores e Inpahu, víctima de secuestro por parte de las Farc en 1999 y luego durante dos décadas víctima de su propio esposo y padre de sus dos hijas, Juan Luis Velasco Mosquera a quien señaló ante la justicia de violencia física, sicológica, económica y sexual; empieza a conocer el significado de la palabra justicia, aquella que le había sido esquiva durante años.
La Corte Constitucional con ponencia del magistrado Antonio José Lizarazo ordenó como medida provisional, suspender los efectos de las decisiones adoptadas por la Asamblea de Uninpahu los días 16 de marzo de 2021 y 3 de septiembre de 2021 mediante las que su esposo Juan Luis Velasco, sin ser heredero del fundador Luis Hernán Linares Ángel, a través maniobras dudosas, terminó apoderándose de este centro educativo y excluyendo a la verdadera propietaria María Paula Linares y sus hijas.
Es el recorrido a la reivindicación vía tribunales que tuvo una nueva estación, cuando el pasado 2 de septiembre la Sala de Selección de Tutelas seleccionó para su revisión la tutela que había interpuesto Linares y sus dos hijas. Esto fue el 21 de diciembre de 2021 en la que solicitaron se le amparara su derecho al debido proceso, igualdad, libre desarrollo de la personalidad, honra, buen nombre y hasta el mínimo vital por parte de su esposo y padre, Juan Fernando Velasco
En ella solicitaron se ordenara el reintegro de María Paula Linares en el cargo de Canciller de la Uninpahu. Así como de sus hijas M.L.V y C.V.L como miembros suplentes de la asamblea de la institución de educación superior.
El magistrado Lizarazo, ante la gravedad de los hechos, ordenó la práctica de pruebas así como la consecución de los procesos penales, laborales y civiles promovidos por la heredera del fundador de Inpahu y sus hijas en contra de su presunto victimario.

"(…) ante el riesgo que, de las piezas actuales obrantes en el expediente, se evidencia para los derechos fundamentales de las accionantes, y para evitar que una eventual vulneración se vuelva más gravosa, esta sala considera necesario ordenar medidas provisionales".
En su intervención ante la Corte Constitucional María Paula Linares detalló en un párrafo lo que ha sido su vida en las últimas décadas.
"Juan Luis Velasco Mosquera cuando fue mi esposo, me maltrató, ultrajó, y a través del ejercicio de violencia sicológica y física, afectó mi voluntad y mi desarrollo profesional y personal, creando por demás una escenario en que se apoderó de la gestión de la Universidad que fundó y construyó mi padre".
La historia que analiza el alto tribunal para pronunciarse de fondo se empezó a tejer 23 años atrás. El 8 de julio de 2000 cuando María Paula Linares contrajo matrimonio con Juan Luis Velasco.
Habían transcurrido apenas seis meses después de haber sido liberada, tras un año de secuestro en el Sumapaz por parte de las Farc y luego que su padre, Luis Hernán Linares Ángel fundador de Inpahu, hoy Uninpahu y Los Libertadores, pagara sin éxito tres veces $10.000 millones por la liberación de su hija.

A las pocas semanas de su boda empezó a padecer en manos de su nuevo victimario, su esposo Juan Luis Velasco. La violencia se convirtió en su modo de vida, golpes, insultos, amenazas, gritos y todo tipo de violencia sicológica, física y sexual.
Cinco años después se registró la primera evidencia de lo que sucedía en la casa de los Velasco-Linares. El 8 de julio de 2005 ante la Comisaría de Familia de Chapinero detalló que dos días atrás su esposo la había golpeado en la cabeza, manos espalda y pecho.
Inexplicablemente la entidad generó una orden administrativa en la que citó para el 2 de agosto de 2005 a víctima y victimario, ninguno de los dos compareció y el caso se archivó.
En 2008, María Paula regresó a la misma comisaría, advirtiendo que tampoco recibiría la protección que solicitaba solo pidió dejar una constancia.
Aseguró que de común acuerdo con Juan Luis Velasco había cambiado de domicilio con su hija de cuatro años de edad M.V.L que este se encontraba de viaje, que salió del país el 22 de abril de 2008 y había regresado el 4 de mayo y que, "única y exclusivamente por su voluntad no había visto a su hija" A pesar del extraño relato y su intención de dejar constancia, nadie indagó, ni investigó ni hizo nada.

María Paula no volvió a acudir a ninguna institución. Solo 13 años después y el llanto de sus dos hijas menores suplicándole las sacara del infierno, permitió que se armara de valor.
El 5 de febrero de 2021 acudió a la Fiscalía. Sin dinero, sin trabajo pues su marido Juan Luis Velasco la había expulsado de su propia universidad, sin el legado de su padre y con las huellas sicológicas de años de maltrato contó su historia.
Antes de su secuestro María Paula Linares cursaba séptimo semestre de Derecho en la Universidad Javeriana. Su padre Luis Hernán Linares Ángel la había vinculado a Inpahu como promotora de ventas y luego, en 2001, la promovió como secretaria general.
Pero el secuestro por parte de las Farc y luego su matrimonio con Juan Luis Velasco impidieron que ella culminara sus estudios. Tenía su vida económica asegurada, pues los gastos los cubrían las universidades.
Jamás consideró que fuera a necesitar de su título académico para proveer sus gastos y su manutención, así como la de sus hijas.

Sin embargo, con la muerte de su padre, el 17 de diciembre de 2014, la violencia intrafamiliar que padecía se acrecentó con un propósito apoderarse de la Universidad.
En el año 2017 María Paula y su único hermano Juan Manuel como únicos herederos de Hernán Linares, acordaron distribuir el patrimonio legado. Así las cosas, él se quedó con la administración de Los Libertadores y ella con Uninpahu.
Mediante documento, su hermano Juan Manuel le cedió el 100% de las accionistas que tenía su padre en más de cuatro sociedades que integraban la Asamblea General de Inpahu, Servicio San Pedro SAS, Servicios Carmen SAS, Servicios Martín SAS y Manuela Inversiones SAS.
María Paula hizo lo mismo con Los Libertadores. Así las cosas cada uno de los hermanos quedó a cargo de una universidad.
Pero como ella desconocía la manera idónea de leer un balance y la situación financiera de la institución de educación superior no era la mejor, ahí entró en escena Juan Luis Velasco a quien siempre su suegro Hernán Linares mantuvo al margen, pues él, al igual que el resto de la familia desconfiaba de Velasco.

Pese al presagio, el 11 de diciembre de 2017, Velasco ingresó como miembro de la Asamblea General de la Institución Académica. Luego desde el primero de abril de 2018 y hasta el 15 de marzo de 2019, pasó a fungir como asesor e incluso a representarla en eventos nacionales e internacionales.
No pasó mucho tiempo en pasar a ocupar la presidencia. Los ingresos de Velasco pasaron a ser millonarios y empezó a convocar y presidir asambleas. Designó luego como rector a uno de sus mejores amigos, Diego Fernando Buitrago.
No obstante, María Paula luego le narró a la justicia que cada vez que él requería de una firma de ella o de una nueva designación, días antes el arreciaba el maltrato y las agresiones en contra de ella y de sus hijas.
Ese mismo año Velasco, según los diversos expedientes de la justicia, revisados por la Agencia de Periodismo Investigativo, habría manipulado a su esposa para aumentar su participación en la Asamblea General.
Hasta ese momento el máximo órgano lo integraba María Paula Linares, Juan Fernando Velasco como miembros principales y sus dos hijas como suplentes. Como personas jurídicas figuraban Servicios San Pedro cuya representante legal era María Paula, Técnicos Empresariales, representada por Juan Luis Velasco y Saab Didáctica SAS representada también por la mujer.

Pero el 31 de octubre de 2019, Velasco constituyó dos empresas, Asesorías Jurídicas Integrales Legalnet SAS y Servicios para la Innovación Educativa SAS. Inexplicablemente estas dos sociedades reemplazaron a las dos empresas que Maria Paula representaba.
Esta maniobra jurídica se oficializó en la asamblea del 2 de diciembre. Juan Luis Velasco quedó entonces con tres votos mientras que María Paula Linares, la hija del fundador y heredera de Hernán Linares, quedó con dos sufragios.
En el proceso que reposa en Fiscalía se evidencia que este poder absoluto lo logró con golpes, indultos y amenazas. "Yo decidí aceptar dichos cambios no porque Juan Luis tuviera más experiencia en temas administrativos, si no por el temor que le tenía como consecuencia de la violencia a la que me sometió durante años de matrimonio", le relató María Paula a la Fiscalía, a esta Agencia y a la Corte.
Con la pandemia de Covid-19 llegó el confinamiento y con esta la peor de las pesadillas para María Paula y sus hijas. Velasco la golpeaba, escupía, la arrastraba, le mojaba los alimentos para que no pudiera comer y le gritaba que solo servía para "graznar y cagar".
En la valoración realizada por Medicina Legal se evidenció que el secuestro dejó a María Paula con secuelas de vulnerabilidad que se acrecentó con insultos propinados por Velasco como "que era una bruta, puta y borracha".

La gota que rebozó la copa fue cuando este, en medio de una escena de violencia le gritó a María Paula que la había robado y que ni siquiera se había dado cuenta.
Las hijas de María Paula y Juan Luis se refieren a él como "ese señor", no les gusta usar la palabra padre y aunque este intentó señalar a María Paula de alienación parental frente a sus hijas, Medicina Legal desmintió esa afirmación y en cambio evidenció las secuelas psicológicas en la madre y sus hijas.
A comienzos de 2021, Velasco interpuso la demanda de divorcio alegando una falsa infidelidad por parte de María Paula luego que esta acudiera a la Comisaría de Familia de Usaquen II.
En febrero, motivada por sus hijas decidió acudir a la Fiscalía y denunciar a Velasco por violencia intrafamiliar.
Pero lo que vino fue aún más aterrador. En lo que asegura María Paula, se trató de una venganza, la universidad inició un proceso disciplinario en su contra. Le retuvieron las cesantías, eliminaron los bonos Sodexo que la universidad le entregaba por orden de su padre Hernán Linares para mercado y gasolina y en pandemia la obligaron a asistir presencialmente a pesar de padecer de síndrome Mieloproliferativo.

María Paula interpuso una queja por acoso laboral pero la Universidad negó todo y pocos días después el hermano de Velasco, Rodrigo Velasco Mosquera ingresó como integrante de la Asamblea de Uninpahu. Linares y su abogado se opusieron pero Velasco con tres votos en el máximo órgano la derrotó.
Ese mismo mes se denunció que le fue incorporada en su hoja de vida en la universidad un título como abogada de la Universidad Javeriana que era falso. Era un hecho conocido que María Paula no se había graduado y los cargos que desempeñó en el alma mater no lo requerían, además que su padre había sido el dueño y fundador de la institución.
Agobiada se acercó nuevamente a la fiscalía, esta vez para denunciar a Juan Luis Velasco y el rector de la Uninpahu, Diego Buitrago por los presuntos delitos de falsedad en documento público, injuria y calumnia.
En las semanas siguientes Velasco convocó a una asamblea extraordinaria y removió a María Paula. En su lugar nombró a su hermano. Mediante esta maniobra, los Linares quienes llevaban sobre sus hombros un legado quedaron borrados de la Universidad.
Esta es precisamente una de las actas de Asamblea que la Corte Constitucional dejó sin efecto de manera preventiva.

A comienzos de 2022, el Juzgado 27 Penal Municipal con Función de Conocimiento de Bogotá, falló en favor de Maria Paula Linares y sus dos hijas una acción de tutela. Semanas después Maira Patricia Ramírez Aponte, Juez 32 Penal de Conocimiento revocó la decisión argumentando que no se le estaba vulnerando el mínimo vital y que, según la juez, María Paula tenía un sinfín de oportunidades laborales por delante. Esta tutela llegó a la Corte Constitucional y fue seleccionada por la Sala Cuarta para su estudio de fondo.
Aunque por distintas maniobras al interior de Uninpahu, María Paula aún no ha podido regresar a su cargo en la institución y recuperar el legado de su padre, por primera vez en 21 años de violencia por parte de quien fuera su esposo y padre de sus hijas Juan Luis Velasco, conoce la palabra justicia.
De otro lado, Medicina Legal, en una de las valoraciones de siquiatría forense evidenció que existe, "un patrón de victimización en una relación abusiva y asimétrica, presentándose intensos maltratos a nivel físico y emocional prolongados por parte del denunciado (Juan Luis Velasco) hacia la madre y hermana haciendo uso de la humillación, agresiones físicas y emisión de palabras soeces e insultantes".
Con respecto a Velasco, sigue guardando silencio frente a las acciones legales de su expareja. A comienzos de diciembre de 2021 fue imputado por la fiscalía, señalado de violencia intrafamiliar. En cuanto a Uninpahu, una institución de 46 años de fundada, con cerca de 5.000 estudiantes y 18 programas académicos fue intervenida el pasado 4 de agosto por el ministerio de Educación que además nombró a un inspector in situ para que vigile la gestión financiera y administrativo de la universidad.
La batalla personal, familiar, académica y jurídica de María Paula Linares tras 23 años de horror continúa.
También le puede interesar