En noviembre de 2016 una juez en argentina declaró a Sandra una orangutana persona no humana. Y en consecuencia ordenó su traslado a un santuario en Estados Unidos y le puso fin a los 33 años de confinamiento en un zoológico. La sentencia se cimentó en la declaración hace unos años en Francia de los animales como seres sintientes sujetos de derechos. Durante cuatro años se hicieron los preparativos y hoy por fin fue trasladada ella vivía con Buuble el organguntan que perteneció a Michael Jackson.