Asesinan a firmante del Acuerdo de Paz en Meta: van 29 casos en 2025, según Indepaz

Rogelio Suns Díaz, firmante del Acuerdo de Paz de 2016, fue asesinado en zona rural del municipio de El Castillo, en el departamento del Meta. De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), se convierte en el excombatiente número 29 asesinado en lo corrido del año 2025 en Colombia.

Suns Díaz participaba en la construcción de un puente comunitario sobre el río La Cal, destinado a conectar las veredas La Cima y La Esperanza. Fue interceptado por hombres armados mientras colaboraba en la obra y su cuerpo fue hallado sin vida cerca de la escuela de la vereda Caño Lindo, según reportaron autoridades locales.

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La organización Indepaz resaltó que el firmante hacía parte activa del proceso de reincorporación, y su asesinato evidencia los riesgos persistentes que enfrentan quienes dejaron las armas para integrarse a la vida civil, especialmente en territorios donde hay presencia de grupos armados ilegales.

La Defensoría del Pueblo, a través de su Alerta Temprana 004/23, ya había advertido sobre la situación crítica de seguridad en El Castillo, donde el control territorial de actores ilegales limita el accionar estatal y mantiene a la población bajo amenazas constantes, extorsiones y reclutamiento forzado.

Indepaz reiteró que la intervención institucional ha sido insuficiente para garantizar condiciones mínimas de seguridad. Hizo un llamado urgente al Estado para aumentar su presencia efectiva en la región, proteger a los firmantes y evitar una nueva escalada de violencia contra quienes impulsan proyectos comunitarios.

Este caso se suma al de José Arnulfo Rodríguez Castañeda, también firmante del Acuerdo, asesinado el 21 de junio en el corregimiento de El Plateado, en Argelia (Cauca), cuando fue atacado por hombres armados frente a un establecimiento comercial. En el ataque murió otra persona y cuatro más resultaron heridas.

Indepaz advirtió que la continuidad de estos hechos, sumada a la falta de protección, genera un ambiente de miedo e incertidumbre entre los excombatientes y las comunidades que trabajan en iniciativas de paz, lo que dificulta la consolidación del proceso de reincorporación y pone en riesgo la implementación del acuerdo.