Viuda de Miguel Uribe Turbay calificó de “atrevido y descarado” a Petro: explicó cómo evitó su asistencia al funeral

El asesinato del senador Miguel Uribe Turbay el 7 de junio de 2025, tras recibir varios disparos en un atentado perpetrado en Bogotá, no solo conmocionó a la opinión pública sino que también abrió un escenario de tensiones políticas y personales en torno a su despedida.

Uribe Turbay, integrante del partido Centro Democrático y precandidato presidencial, falleció el 11 de agosto debido a las heridas sufridas en el ataque, lo que desencadenó múltiples manifestaciones de rechazo y dolor en el ámbito nacional.

Sin embargo, en el marco de sus exequias surgió una controversia relacionada con la presencia del presidente Gustavo Petro y de integrantes de su Gobierno en los actos fúnebres.

A más de un mes del sepelio, su esposa, María Claudia Tarazona, rompió el silencio en una entrevista a RCN. En esa conversación, relató las razones por las cuales tomó la decisión de impedir que Petro o su gabinete acudieran a la catedral donde se realizaron las honras fúnebres.

La viuda del senador manifestó que, ante la posibilidad de que la vicepresidenta o algún funcionario cercano al Ejecutivo asistiera, buscó de inmediato la manera de bloquear esa opción.

Aseguró que, de haberse presentado el presidente o uno de sus ministros, habría tomado el micrófono para pedirles públicamente que se retiraran.

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Tarazona expresó que su negativa respondía a un malestar profundo frente a la postura del mandatario en relación con la tragedia familiar.

Señaló que la figura presidencial no debía interferir en un espacio reservado a la memoria de Uribe Turbay ni convertirse en protagonista de un acto de recogimiento familiar y político.

Recalcó que, de haber asistido Petro, lo habría considerado un gesto “atrevido” y “descarado”, términos con los que definió su posición durante la entrevista.

El testimonio de la viuda también incluyó detalles de la conversación que sostuvo con su suegro, Miguel Uribe Londoño, quien respaldó su determinación.

Según ella, ambos acordaron que no permitirían que la despedida del senador se viera alterada por la presencia de representantes del Gobierno.

Afirmó que, para la familia, se trataba de una decisión de respeto y coherencia con la memoria del dirigente asesinado.

En su intervención, Tarazona fue más allá de la situación particular y envió un mensaje de carácter político. Insistió en que la percepción de los colombianos sobre el país no debía depender de la imagen del presidente en turno y que no se podía permitir que la figura de Petro definiera el rumbo colectivo.

Aunque reconoció la complejidad de enfrentar la pérdida de su esposo, sostuvo que la firmeza en su decisión era un acto de lealtad hacia su familia y hacia la trayectoria pública de Miguel Uribe Turbay.

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