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Video: deportaciones afectan al sector construcción en EE.UU.

Mano de obra migrante, su impacto y cifras en el mercado de Estados Unidos.

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Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 22/06/2025 - 18:30 Créditos: Imagen de referencia: Freepick

El reemplazo de mano de obra migrante por trabajadores estadounidenses en el sector de la construcción ha generado controversia en redes sociales, luego de que se difundiera un video en el que se observa a empleados norteamericanos realizando tareas habitualmente desempeñadas por migrantes latinos.

El material audiovisual ha sido objeto de críticas debido al ritmo de trabajo registrado en las imágenes, lo que ha desatado comentarios irónicos sobre la eficiencia de los nuevos empleados en comparación con la fuerza laboral deportada.

El video, de un minuto y seis segundos de duración, fue grabado desde el interior de una obra en construcción cuya ubicación no ha sido confirmada.

En la grabación, el autor comenta en tono sarcástico sobre el desempeño de los trabajadores, todos de nacionalidad estadounidense, quienes fueron contratados tras los recientes operativos de control migratorio implementados por las autoridades federales.

La pieza audiovisual se viralizó rápidamente, acumulando miles de interacciones en la plataforma donde fue publicada, y reactivó el debate sobre las condiciones laborales, la dependencia del sector de la construcción de la mano de obra migrante y las consecuencias sociales de las políticas migratorias.

Durante la grabación, el narrador hace referencia directa a la ausencia de trabajadores provenientes de países centroamericanos y de México, a quienes atribuye tradicionalmente las labores en ese tipo de proyectos.

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“Ahorita pura gente de acá está trabajando. Adiós, hondureños, adiós, guatemaltecos, adiós, mexicanos”, dice el autor del video, al tiempo que registra con su cámara a varios obreros en el lugar. Su tono irónico alude al cambio de dinámica en el sitio, tras las redadas y deportaciones recientes.

El contenido del video desató comentarios divididos. Por un lado, usuarios de redes sociales cuestionaron el ritmo de trabajo y la supuesta inexperiencia de los nuevos empleados. Frases como “esa casa estará lista en 10 años” se repitieron en los comentarios, en alusión a una aparente lentitud en la ejecución de las labores.

Por otro lado, algunos defendieron la inclusión de trabajadores estadounidenses en un mercado que históricamente ha dependido en gran medida de mano de obra indocumentada para mantener sus niveles de productividad.

De acuerdo con analistas laborales, la industria de la construcción en Estados Unidos ha mostrado una dependencia estructural de los trabajadores migrantes, muchos de ellos en condición irregular, que realizan tareas físicas intensivas por salarios relativamente bajos.

La salida forzosa de estos empleados, derivada de medidas de control fronterizo y redadas en centros de trabajo, ha obligado a múltiples compañías a reconfigurar sus esquemas de contratación, acudiendo a la mano de obra local para continuar con sus operaciones.

Según datos del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el sector de la construcción empleó a más de 11 millones de personas en 2024. De ese total, se estima que al menos el 30 % corresponde a trabajadores migrantes, muchos de los cuales enfrentan condiciones de vulnerabilidad legal y laboral.

La sustitución de esta fuerza de trabajo plantea interrogantes sobre la viabilidad de los actuales proyectos en desarrollo, así como sobre el impacto que tendría a mediano plazo en el dinamismo del sector.

En Estados Unidos, el sector de la construcción representa una de las actividades económicas más relevantes en términos de empleo y aporte al producto interno bruto (PIB).

Según datos recientes del Departamento de Trabajo y estimaciones de diversas organizaciones, esta industria emplea actualmente a más de 11,9 millones de personas, de las cuales entre 2,5 y 3 millones son migrantes, lo que equivale a cerca del 25 % del total de la fuerza laboral en este sector.

Algunas fuentes, como el National Immigration Forum, elevan esa proporción hasta un 30 %, al considerar tanto trabajadores con estatus regular como aquellos que se encuentran en situación migratoria irregular.

La presencia de trabajadores migrantes en la construcción ha sido constante durante las últimas décadas, especialmente en los estados con mayor actividad inmobiliaria y de obras civiles, como California, Texas, Florida y Nueva York.

En estas entidades federativas se concentra más del 50 % de los empleados migrantes del ramo. Por ejemplo, en California, el 41 % de los trabajadores de la construcción son extranjeros; en Texas, el 38 %; en Florida, el 38 %; y en Nueva York, el 37 %.

Estas cifras evidencian una alta dependencia del sector respecto a esta población para mantener los niveles de productividad y ejecución de proyectos.

El impacto económico del sector de la construcción en el PIB estadounidense ha sido sostenido. Durante el año 2024, se estima que esta actividad representó cerca del 4,5 % del PIB nacional, con un valor de obras realizadas superior a los 2,2 billones de dólares.

En términos históricos, por ejemplo, en 2021, la industria generó aproximadamente 959.000 millones de dólares en valor agregado, lo que correspondía al 4,2 % del PIB. Aunque el crecimiento anual compuesto del sector ha sido moderado —con una tasa del 0,09 % en los últimos cinco años— las proyecciones indican un repunte hacia un 0,47 % anual en los próximos años, en parte por el impulso a programas de infraestructura y vivienda.

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