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Greenpeace denuncia químicos peligrosos en ropa de Shein: hasta 3.300 veces el límite permitido
Ropa de Shein con sustancias tóxicas: se revela incumplimiento de normas europeas.
La organización ambiental Greenpeace, a través de su oficina en Alemania, publicó un informe en el que señala que la plataforma de comercio electrónico Shein estaría comercializando prendas de vestir que no cumplen con las regulaciones europeas sobre sustancias químicas peligrosas, pese a compromisos previos de la compañía para mejorar sus estándares en esta materia.
El estudio, difundido esta semana, recoge los resultados de pruebas de laboratorio realizadas sobre artículos adquiridos en diferentes países y alerta sobre la presencia de compuestos potencialmente dañinos en porcentajes que superan ampliamente los límites legales establecidos en Europa.
La investigación se centra en el análisis de 56 prendas de vestir compradas por Greenpeace durante 2025 en tiendas virtuales de ocho países, seleccionadas entre la oferta disponible de la marca Shein.
Los artículos fueron sometidos a pruebas en un laboratorio independiente especializado en detección de compuestos químicos. De acuerdo con los resultados, 18 de los productos analizados, equivalentes al 32 %, presentaron concentraciones de sustancias químicas por encima de los márgenes permitidos por la legislación de la Unión Europea. Entre las prendas observadas se incluyó ropa para niños.
Una de las principales alertas del informe tiene que ver con la detección de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), compuestos usados frecuentemente en procesos de impermeabilización, conocidos por su persistencia en el ambiente y su potencial relación con riesgos para la salud humana.
Siete chaquetas incluidas en la muestra contenían niveles de PFAS que excedían hasta 3.300 veces el umbral legal. Las PFAS han sido objeto de múltiples investigaciones por su posible efecto cancerígeno y su asociación con daños al sistema inmunológico, los riñones y el hígado.
Además de los PFAS, se identificó la presencia de ftalatos en 14 productos. Se trata de plastificantes empleados habitualmente en textiles y productos de consumo.
En seis casos, los niveles encontrados superaban en más de cien veces los valores aceptados. Los ftalatos han sido vinculados por diversas investigaciones científicas con alteraciones en la fertilidad y efectos adversos en el desarrollo infantil.
Este nuevo informe retoma hallazgos similares realizados por Greenpeace en 2022, cuando también fueron enviadas al laboratorio 47 prendas de Shein, siete de las cuales contenían compuestos químicos por encima de los niveles legales.
En esa ocasión, la compañía anunció la implementación de medidas orientadas a mejorar el control de sustancias peligrosas en sus procesos de producción y comercialización.
Sin embargo, el estudio de 2025 sugiere que tales compromisos no se han traducido en transformaciones verificables.
En opinión de Moritz Jäger-Roschko, experto en economía circular de Greenpeace, las promesas públicas de Shein sobre la eliminación de sustancias nocivas responden más a estrategias de imagen que a un cambio estructural en sus prácticas.
Jäger-Roschko afirmó que la empresa se beneficia de un vacío normativo en el marco europeo que permite a las plataformas de venta directa al consumidor operar con controles más laxos que los exigidos a los proveedores tradicionales del mercado.
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Además de los efectos sobre los usuarios finales de las prendas, Greenpeace advirtió que los químicos detectados generan impactos negativos durante la fase de fabricación, particularmente en la salud de los trabajadores textiles involucrados y en los ecosistemas donde se ubican los procesos industriales.
Según la ONG, el vertimiento de sustancias peligrosas provenientes de las fábricas puede contribuir a la contaminación del agua y el suelo, afectando comunidades locales y biodiversidad.
La organización también contextualizó su señalamiento dentro del modelo de negocios de Shein, señalando que la página web de la marca figura como la más visitada del sector moda a nivel mundial, con más de 360 millones de accesos mensuales.
Según Greenpeace, esta visibilidad se explica en parte por el uso de estrategias de promoción digital diseñadas para estimular el consumo inmediato, en especial entre audiencias jóvenes.
La ONG cuestionó la forma en que la aplicación de Shein implementa dinámicas de recomendación personalizadas que, según su análisis, buscan inducir decisiones de compra con base en impulsos, sin advertencias claras sobre los riesgos asociados al producto.
El informe plantea, en consecuencia, la necesidad de revisar el marco regulatorio vigente en la Unión Europea respecto al comercio electrónico de prendas textiles, así como de ampliar la trazabilidad sobre los procesos de producción y la transparencia en los contenidos químicos de la ropa.
Greenpeace concluyó su pronunciamiento con un llamado a los consumidores a ejercer presión sobre las marcas mediante decisiones informadas de compra, y a las autoridades competentes a cerrar los vacíos legales que actualmente permiten la comercialización masiva de productos con sustancias de alto riesgo sin advertencias visibles ni mecanismos efectivos de supervisión.
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