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Falsos positivos: tres generales del Ejército reconocieron su responsabilidad ante la JEP
Más de 20 uniformados aceptaron haber participado en la política criminal que entre 2002 y 2008 asesinó y desapareció a más de 600 personas presentadas como bajas en combate.

Ante la Sala de Reconocimiento de Verdad, 25 antiguos integrantes del Ejército Nacional reconocieron su responsabilidad en la práctica de los llamados falsos positivos en la Costa Caribe. Según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entre 2002 y 2008 fueron asesinadas, desaparecidas y presentadas falsamente como resultados operacionales 604 personas en esa región.
Los comparecientes, entre ellos dos mayores generales, un brigadier general, seis coroneles, tres tenientes coroneles y cinco mayores, fueron imputados por su papel de liderazgo y participación en delitos de homicidio en persona protegida y desaparición forzada, que constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad conforme al Estatuto de Roma. También se sumaron oficiales subalternos y suboficiales, como capitanes, tenientes, subtenientes y sargentos.
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Entre los altos mandos que reconocieron su responsabilidad figuran el mayor general Hernán Giraldo Restrepo, quien ocupó cargos en la Segunda y Décima Brigada; el mayor general Jorge Enrique Navarrete Jadeth, excomandante del Grupo de Caballería Mecanizado ‘Coronel Juan José Rondón’; y el brigadier general Adolfo León Hernández Martínez, comandante del Batallón de Artillería ‘La Popa’.
La JEP documentó que estas unidades operaron bajo un patrón macrocriminal estructurado en nodos, sostenido por un sistema de presión por bajas, incentivos y recompensas. Las exigencias por resultados llevaron a consolidar una política en la que asesinatos y desapariciones forzadas fueron reportados como muertes en combate. Actos de encubrimiento y la falta de controles facilitaron la permanencia de esta práctica delictiva.
Algunos oficiales, como el teniente coronel Luis Fernando Borja Aristizábal, reconocieron que bajo su mando la Fuerza de Tarea Conjunta Sucre reportó 61 víctimas asesinadas fuera de combate en 37 operaciones militares. Otros, como Juan Guillermo Múnera Piedrahita y Rubén Briam Blanco Bonilla, aceptaron su rol en la creación y encubrimiento de subestructuras criminales en el Batallón Especial Energético y Vial N.º 2 y en el Batallón ‘La Popa’.
Los reconocimientos alcanzan a quienes lideraron el Gaula Córdoba, Gaula Cesar, Gaula Guajira y la Fuerza de Reacción Divisionaria 1. En particular, el mayor Julio César Parga Rivas admitió que bajo su mando se reportaron 100 víctimas asesinadas y desaparecidas en Cesar, La Guajira, Córdoba y Sucre, todas presentadas como bajas legítimas.
La evidencia recolectada permitió que los comparecientes aceptaran hechos no investigados por la justicia ordinaria. Hasta ahora, 15 víctimas han sido halladas, identificadas y entregadas a sus familias, quienes pudieron darles sepultura digna. La JEP, junto con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, Medicina Legal y la Fiscalía, continúa las labores para ubicar e identificar a otras víctimas desaparecidas en el marco de esta práctica criminal.
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