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¿Quién es María Claudia Lacouture, intermediaria entre empresarios y candidato presidencial Iván Cepeda?
Su trayectoria, polémicas y vaivenes políticos. Nexos con Juan Manuel Santos y Agro Ingreso Seguro.
María Claudia Lacouture Pinedo, está en el ojo del huracán. Ser gestora de un encuentro entre empresarios y el candidato presidencial Iván Cepeda, primero en las encuestas, iluminó los reflectores políticos y de paso revivió su pasado.
Fueron diversas las voces, especialmente de la oposición al presidente Gustavo Petro, quienes expresaron su inconformidad por el encuentro desde el expresidente Álvaro Uribe hasta ciudadanos del común que arreciaron en críticas.
Por el contrario, desde el Pacto Histórico reconocieron su labor para integrar al diálogo al candidato con los empresarios.
Lacouture nació en Santa Marta en 1974. Es profesional en Finanzas y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia y realizó una maestría en Economía y Marketing en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
Desde comienzos de su carrera se movió en espacios donde se cruzan la política económica, el comercio exterior y la promoción de inversión, lo que la fue ubicando como una de las voceras más visibles del empresariado que mira hacia el mercado estadounidense.
Su trayectoria en el sector público se consolidó en Proexport, hoy ProColombia, adonde ingresó a mediados de los años noventa.
Allí trabajó en inteligencia de mercados, mercadeo y comercio exterior, y luego en la dirección de Turismo en la oficina comercial de Estados Unidos.
Desde esos cargos participó en la estrategia de reposicionar la imagen del país en el exterior, en campañas como “Colombia es Pasión” y en iniciativas para el regreso de los cruceros al Caribe colombiano.
Ese trabajo le dio visibilidad entre empresarios, autoridades locales y agencias de promoción internacional.
Entre 2010 y 2016 dirigió ProColombia y, posteriormente, en 2016, el gobierno de Juan Manuel Santos la nombró ministra de Comercio, Industria y Turismo.
Desde ese ministerio impulsó la implementación de acuerdos comerciales, agendas de competitividad regional, estrategias para atraer inversión y programas orientados a turismo y exportaciones.
Su nombre quedó asociado a la diplomacia económica y a la construcción de puentes con el sector privado interesado en aprovechar los tratados de libre comercio, especialmente el firmado con Estados Unidos.
Su historia también recoge un capítulo polémico por el involucramiento de empresas de su familia en el caso de Agro Ingreso Seguro.
Las compañías agrícolas Extractora El Roble y Palomino S. A., vinculadas a sus padres y hermanos y en cuyas juntas ella participó, recibieron subsidios estatales cuestionados por haberse orientado a grandes familias en vez de a pequeños productores.
Aunque los procesos judiciales recayeron sobre los titulares de los predios y las empresas, el episodio ha sido usado por sus críticos para poner en discusión la relación entre las élites regionales y las políticas públicas.
Tras su salida del gabinete, Lacouture reforzó su rol gremial. Desde el 3 de octubre de 2017 se desempeña como presidenta ejecutiva de AmCham Colombia, la Cámara de Comercio Colombo Americana, y desde 2021 preside Aliadas, una alianza que agrupa a decenas de gremios y asociaciones empresariales de sectores como manufactura, agroindustria, servicios, logística, salud, farmacéutico, tecnología y medios, que en conjunto dicen representar a miles de empresas en el país.
En esa doble condición se ha especializado en leer el impacto del contexto político sobre las relaciones económicas con Estados Unidos y en representar la voz de los afiliados en debates comerciales y regulatorios.
En los últimos años, su discurso público se ha centrado en la necesidad de preservar y fortalecer la relación económica entre Colombia y Estados Unidos, en particular frente a cambios arancelarios, tensiones geopolíticas y discusiones sobre transición energética.
En intervenciones recientes ha insistido en que Colombia debe “tomar la iniciativa para generar confianza” y en que el país puede aprovechar oportunidades en sectores como la agroindustria, los minerales críticos vinculados a energías limpias y las exportaciones con mayor valor agregado.
Esa trayectoria gremial sirve de contexto para entender su papel en el más reciente episodio político: la reunión entre el senador Iván Cepeda, precandidato presidencial del Pacto Histórico, y un grupo de empresarios y dirigentes de AmCham y Aliadas, realizada en el Club El Nogal en Bogotá.
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Lacouture fue la anfitriona del encuentro y, en su condición de presidenta de AmCham, presentó el espacio como un ejercicio para “conocer sus posiciones y responder inquietudes sobre los principales retos del país”, en línea con la idea de escuchar a todos los aspirantes presidenciales en escenarios de diálogo empresarial.
La reunión, en principio planteada como un foro gremial, terminó convertida en un episodio central de la campaña.
Desde el uribismo se lanzaron duras críticas a AmCham y a la propia Lacouture por abrirle tribuna a Cepeda.
El expresidente Álvaro Uribe cuestionó públicamente a los empresarios presentes y señaló a la directora de la Cámara de representar una suerte de alianza entre sectores santistas y petristas.
Otros dirigentes del Centro Democrático también acusaron a la organización de apoyar propuestas que, a su juicio, serían adversas al clima de inversión, lo que elevó la presión sobre los gremios que buscan mantener interlocución con todas las campañas.
Desde el otro lado, voces del Pacto Histórico y de sectores que respaldan a Cepeda defendieron el encuentro como un ejercicio legítimo en una democracia y señalaron que los empresarios tienen derecho a escuchar a todos los candidatos, en especial cuando se trata de discutir seguridad jurídica, tributación, empleo y reglas de juego para la inversión.
En ese cruce de narrativas, la figura de Lacouture aparece como el rostro visible de un tramo del empresariado que, sin alinearse formalmente con una campaña, opta por sostener canales de comunicación con un candidato de izquierda que lidera la intención de voto.
En ese contexto, su rol puede describirse como el de articuladora gremial entre empresarios y actores políticos, más que como dirigente de campaña.
Los reportes públicos no la muestran como integrante de la estructura del Pacto Histórico ni del equipo de Cepeda, sino como presidenta de AmCham y vocera de Aliadas que habilita espacios para escuchar propuestas de distintos aspirantes, comenzando por el senador.
El matiz no ha impedido que desde sectores de derecha se la presente como puente político hacia el candidato, mientras que, desde el empresariado, se resalta la conveniencia de disponer de foros similares con todos los que buscan llegar a la Casa de Nariño.
Además de su labor gremial, Lacouture mantiene una presencia constante en medios y espacios de opinión. Es columnista de temas económicos y de comercio exterior, dicta conferencias sobre turismo, competitividad y reindustrialización, y participa en foros donde se discuten la agenda bilateral, la transición energética y la responsabilidad democrática empresarial.
Esa visibilidad refuerza su perfil como ejecutiva que combina experiencia en el Estado, manejo de agendas internacionales y capacidad de interlocución con gobiernos de distinto signo político.
El episodio con Cepeda también ha evidenciado las tensiones internas dentro del sector privado: algunos empresarios consideran necesario diversificar los canales de diálogo con todas las fuerzas, mientras otros temen que reuniones con candidatos percibidos como adversos al “modelo de mercado” envíen señales equivocadas.
En medio de esa controversia, Lacouture se mueve en una línea estrecha entre la defensa del pragmatismo empresarial y la presión de sectores ideológicos que quisieran ver a los gremios alineados con una sola opción.
Con todo, el peso de su carrera muestra que no es una recién llegada al escenario público. Exministra, exdirectora de la agencia de promoción de país, presidenta de una cámara binacional relevante y cabeza de una alianza de gremios que agrupa a miles de empresas, María Claudia Lacouture se ha consolidado como una de las voces empresariales que buscan influir en el diseño de políticas económicas y comerciales de largo plazo.
La polémica por la reunión con Iván Cepeda no solo expone el nivel de polarización de la campaña presidencial, sino que confirma su lugar como figura clave en la interlocución entre el mundo empresarial y los proyectos políticos que aspiran a gobernar a partir de 2026.
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