Maestros anuncian protesta en Bogotá el 11 de diciembre

La Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) convocó a una nueva protesta para este 11 de diciembre en Bogotá, una movilización que podría generar afectaciones en la movilidad alrededor de la calle 26 con carrera 66, sede de la Secretaría Distrital de Educación. Profesores, estudiantes y padres del Colegio Bolivia IED hacen parte del llamado.

El plantón se organiza como respuesta a disposiciones recientes de la Secretaría de Educación, entre ellas la posibilidad de cerrar matrículas nuevas a partir de 2026 y los traslados de directivos y orientadores educativos. Para la comunidad educativa, estas medidas impactan el acceso a la educación pública y modifican la estabilidad del personal sin suficiente justificación.

A ello se suma el rechazo al traslado del rector del Colegio Bolivia, Jhon Pablo Ardila, una decisión que la ADE califica como discrecional y carente de diálogo con el plantel. El sindicato insiste, además, en que la administración distrital desconoció acuerdos previos que permitían trabajo remoto en la semana de octubre y en Semana Santa.

Durante la jornada previa, realizada el 9 de diciembre, docentes y familias del Colegio Bolivia bloquearon una vía principal de la ciudad, advirtiendo que mantendrán las movilizaciones hasta que se restablezcan los compromisos laborales y se frenen los traslados de orientadores.

La ADE también reclamará la reducción en la carga de estudiantes por orientador y el fortalecimiento de la planta de profesionales en orientación escolar, argumentando que la demanda de atención supera la capacidad actual.

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El contexto de inconformidad se amplifica con un debate paralelo sobre las aulas de apoyo para niños con discapacidad. La comunidad denunció que la eliminación de estos espacios en varios colegios oficiales representa un retroceso en la inclusión educativa, lo que generó bloqueos recientes en la avenida El Dorado y afectaciones en rutas del Sitp.

Aunque la Secretaría de Educación aclaró que no se han cerrado aulas, sino que se adelanta una transición hacia un modelo inclusivo en línea con normas nacionales, familias y cuidadores insisten en que esta medida puede debilitar la atención especializada para más de 6.000 estudiantes con discapacidad.

Entre denuncias de sobrecostos en ayudas técnicas y dudas sobre la contratación de servicios de apoyo, padres, maestros y cuidadores reclaman que cualquier cambio en el modelo educativo debe garantizar continuidad, acompañamiento y protección del derecho a la educación.

La protesta de este 11 de diciembre se convierte así en un nuevo pulso entre la administración distrital y la comunidad educativa, que busca ser escuchada antes de que las decisiones sobre matrículas, traslados y modelos de inclusión entren plenamente en vigor.

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