Tomás Jaramillo, uno de los 'cerebros' del descalabro de Interbolsa, acaba de ser condenado a siete años de prisión y a pagar una multa de 2000 salarios mínimos legales vigentes, equivalentes a $1.500 millones, además de $400 millones que irán al fondo de reparación de las víctimas de Interbolsa. 

Días atrás, Jaramillo aceptó su responsabilidad en los delitos de captación masiva y habitual de dinero, y no reintegro. 

Tras la aceptación de 19 delitos por parte del senador caldense Mario Castaño ante la Corte Suprema de Justicia, el caso se convierte en un desafortunado hito de la corrupción en Colombia con cifras que llaman la atención no solo por el número de interceptaciones legales que se hicieron sino por los demás salpicados en el conocido caso de las marionetas en donde se refundieron más de $43.000 millones.