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Fomentan la pesca artesanal digna en el Pacífico chocoano con enfoque socioambiental
Se busca que los pescadores de la región realicen su actividad de mejor manera para garantizar su sostenibilidad.
La Dirección Regional Medellín de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), está consolidando una relación de cercanía y confianza con las comunidades de pescadores artesanales del Pacífico chocoano.
Este acompañamiento se realiza directamente en el territorio, trabajando junto a hombres y mujeres afrodescendientes para quienes la pesca es tanto su sustento económico como su forma de vida ancestral.
La estrategia de la Aunap se basa en la escucha activa de las realidades comunitarias, el reconocimiento de los saberes ancestrales y el apoyo directo a los procesos organizativos locales.
El propósito fundamental es impulsar una pesca artesanal que sea digna, justa y plenamente acorde con las dinámicas sociales, culturales y ambientales propias de estas comunidades costeras.
Paralelamente al acompañamiento social, la Regional Medellín ha implementado acciones permanentes de inspección, vigilancia y control (IVC).
Estas labores se caracterizan por su enfoque humano y pedagógico, que fomenta la corresponsabilidad en el cuidado del recurso hidrobiológico.
Estas tareas de IVC son esenciales para proteger los ecosistemas marinos y costeros, garantizar el cumplimiento de la normatividad pesquera y promover prácticas de pesca responsable y sostenible.
La Aunap subraya que la conservación del recurso es directamente la garantía del bienestar presente y futuro de las comunidades pesqueras.
De esta forma, la entidad articula el desarrollo social con la sostenibilidad ambiental en el Pacífico chocoano.
Misión pescadores
Y es que la Dirección Regional Medellín de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, tiene un papel operativo directo en el Pacífico chocoano porque, además de su sede administrativa, la entidad reporta dentro de esa regional una oficina satélite en Bahía Solano y otra en Quibdó, lo que facilita el acompañamiento territorial a pescadores artesanales, organizaciones comunitarias y autoridades locales en la costa norte del Chocó.
En ese corredor —en particular en Juradó y Bahía Solano— el eje más visible del fomento de pesca sostenible ha sido la implementación y defensa de la Zona Exclusiva de Pesca Artesanal (ZEPA) y la Zona Especial de Manejo Pesquero (ZEMP), figuras de ordenamiento diseñadas para proteger la pesca artesanal, reducir la presión de la pesca industrial y ordenar artes, áreas y prácticas de captura.
La propia Aunap, en la Resolución 2636 de 2022, ratifica la Zepa como área exclusiva para pesca artesanal entre Juradó y Bahía Solano y compila medidas de ordenación en la ZEPA y la ZEMP; el documento también explica que el proceso se apalanca en un enfoque “incluyente y participativo”, con coordinación entre sector artesanal, instituciones, academia y organizaciones, y alude a esquemas de comanejo adaptativo y seguimiento de medidas para sostener el recurso a lo largo del tiempo.
Ese ordenamiento no es solo una política sectorial: está atado a obligaciones judiciales y a una gobernanza interinstitucional que, en los hechos, estructura buena parte de las acciones de sostenibilidad en el litoral chocoano.
El Consejo de Estado, en el marco de la acción popular sobre pesca artesanal chocoana, ordenó la conformación de una mesa de trabajo interinstitucional integrada por MinAmbiente, MinAgricultura, Aunap, Codechocó y la Armada Nacional, entre otros, precisamente para articular medidas de protección de los recursos hidrobiológicos y el restablecimiento de derechos colectivos asociados a la actividad pesquera artesanal.
Los avances
En 2024, la Aunap informó avances de cumplimiento de esas sentencias (Tribunal Administrativo de Cundinamarca en 2019 y Consejo de Estado en 2020) y describió que se conformó una Mesa Interinstitucional y una Mesa Ampliada para garantizar participación de comunidades, consejos comunitarios y asociaciones de pescadores, con el fin de realizar estudios técnicos y evaluar, entre otros asuntos, la necesidad de ajustes y eventual ampliación del área, buscando equilibrio entre desarrollo de la actividad y protección del litoral.
En 2025, el Ministerio de Ambiente detalló que en Bahía Solano se estaba trabajando de forma coordinada —en el marco de la “mesa ampliada” asociada a la sentencia— para promover la sostenibilidad de la pesca artesanal y disminuir impactos de la pesca industrial en la ZEPA, con participación del director general de la AUNAP y del director regional de la entidad, junto con Codechocó, autoridades locales y la Armada.
En términos prácticos, esa arquitectura institucional se traduce en acciones típicas de sostenibilidad: delimitación espacial y reglas de uso, concertación de medidas con los usuarios del recurso, seguimiento a su cumplimiento y coordinación con autoridades con capacidad de presencia marítima para control y vigilancia, todo ello con participación comunitaria como condición de legitimidad y de eficacia.
La Aunap también ha vinculado el componente de sostenibilidad a herramientas de fortalecimiento productivo y de mercado, que suelen ser determinantes para que el cumplimiento de reglas ambientales sea viable para las familias pescadoras.
En 2025 la entidad anunció encuentros regionales simultáneos (“Agua y Territorio”) desde sus direcciones regionales —incluida Medellín— con agenda centrada en pesca responsable, ordenamiento pesquero, conservación de ecosistemas acuáticos y proyección de nuevos mercados; además, planteó que estos espacios buscan orientar trámites, socializar oferta institucional y promover intercambio de buenas prácticas para un sector más organizado y sostenible.
En la misma línea de fortalecimiento de cadena, la AUNAP reportó en 2025 una cooperación con el Centro Nacional de Productividad (CNP) para un proyecto de consolidación de la cadena productiva pesquera artesanal en la región Pacífica, que incluye municipios de Chocó y busca mejorar condiciones de vida de miles de pescadores artesanales, lo que conecta sostenibilidad ecológica con sostenibilidad económica y social.
Prioridad el Pacífico chocoano
En suma, cuando se pregunta “cómo la regional Medellín fomenta la pesca sostenible en el Pacífico chocoano”, la evidencia pública apunta a un paquete articulado: presencia territorial con punto de atención en Bahía Solano y Quibdó para acompañamiento y gestión local.
Además implementación del ordenamiento ZEPA/ZEMP con reglas compiladas y ratificadas, bajo enfoque participativo y de cumplimiento de mandatos judiciales mediante mesas interinstitucionales y mesas ampliadas con participación comunitaria coordinación ambiental y de control en terreno con MinAmbiente, Codechocó, gobiernos locales y Armada para reducir presiones de pesca industrial y proteger el recurso.
A esto finalmente se suman las actividades de fortalecimiento del sector (trámites, oferta institucional, buenas prácticas y encadenamientos productivos) para que la sostenibilidad tenga soporte técnico y económico y no dependa solo de restricciones.
En el fondo lo que busca el gobierno a través del director de la Aunap, William Tepud es que los pescadores de la región realicen su actividad de mejor manera para garantizar su sostenibilidad en el corto, mediano y largo plazo.
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