Publicidad

 
Publicidad

Fordow, el búnker nuclear de Irán destruido por EE. UU.: defensas rusas, túneles secretos y uranio para armas

Ubicada bajo una montaña y protegida por misiles S-300, la planta de Fordow era el bastión más inaccesible del programa atómico iraní antes del ataque aéreo ordenado por Donald Trump.

forow iran
Por Agencia Periodismo Investigativo | Sáb, 21/06/2025 - 20:34 Créditos: Captura de video

Enterrada bajo 80 metros de roca en las montañas de Qom, la planta de Fordow representaba el núcleo más impenetrable del programa nuclear de Irán. Diseñada para resistir ataques aéreos con tecnología convencional, su ubicación y fortificación con concreto armado, defensa antiaérea rusa S-300 y túneles secretos la convirtieron en el objetivo más complejo para Washington, que este sábado ordenó un ataque directo contra ese sitio y otras dos instalaciones nucleares.

El presidente Donald Trump confirmó que el Ejército estadounidense lanzó “una carga completa de bombas” sobre Fordow en una operación que calificó como “muy exitosa”. La planta, que alguna vez fue reconvertida temporalmente como centro de investigación tras el acuerdo nuclear de 2015, había vuelto a enriquecer uranio al 60 % desde 2018, tras el retiro de EE. UU. del pacto. Según expertos, Fordow tenía capacidad para producir material suficiente para nueve armas nucleares en menos de un mes.

Lea también: (El prontuario de los criminales que salieron de prisión para acompañar en marcha a presidente Petro en Medellín)

Equipada con túneles reforzados, sistemas de monitoreo radiactivo, y bajo control de la Guardia Revolucionaria, Fordow albergaba uranio altamente enriquecido en condiciones herméticas. La OIEA indicó que el ataque no generó un impacto radiológico externo significativo, aunque alertó sobre los riesgos de una escalada militar que involucre infraestructura atómica. Kenneth Petersen, presidente de la American Nuclear Society, advirtió que un error en el ataque podría haber liberado hexafluoruro de uranio, gas letal al contacto con agua.

La destrucción parcial de Fordow supone un golpe simbólico y estratégico para Irán, pero no el fin de su programa nuclear. A pocos kilómetros, Teherán construye en secreto la planta “Pickaxe”, aún más profunda y reforzada, con capacidad ampliada y acceso limitado a inspectores internacionales. El sitio podría convertirse en el nuevo centro de desarrollo de armas nucleares, en caso de una escalada mayor del conflicto en Oriente Medio.

Otras noticias

 

Etiquetas