Estados Unidos incauta petrolero cerca de Venezuela en medio de tensiones con Maduro

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que un buque petrolero fue incautado por fuerzas estadounidenses cerca de la costa de Venezuela.

El anuncio fue hecho desde la Casa Blanca, donde el mandatario describió la embarcación como “el más grande jamás incautado”, sin ofrecer mayores detalles sobre su origen o destino. Indicó que la acción fue ejecutada “por una muy buena razón” y que, respecto al crudo transportado, se limitaría a “mantenerlo”.

La operación estuvo a cargo de la Guardia Costera de Estados Unidos con apoyo de la Marina, según confirmó un funcionario del gobierno federal que pidió no ser identificado.

Esta fuente indicó que la incautación se realizó bajo la autoridad de las leyes federales estadounidenses, aunque no especificó el marco jurídico exacto ni el contenido de las órdenes que habilitaron la acción.

El hecho ocurre en un momento en que Washington mantiene una política de presión intensificada contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Desde el inicio de la administración Trump, Estados Unidos ha adoptado una serie de medidas para aislar económicamente a Caracas, incluida la imposición de sanciones al sector energético y el señalamiento del mandatario venezolano por cargos de narcotráfico.

En paralelo, el país norteamericano ha incrementado su despliegue militar en el Caribe y el Pacífico oriental, convirtiéndolo en el más grande en décadas en esa región.

Como parte de estas operaciones, se han realizado al menos 22 ataques marítimos contra embarcaciones identificadas como presuntas involucradas en el tráfico de drogas.

De acuerdo con registros conocidos por el Congreso estadounidense, dichas acciones han dejado un saldo de al menos 87 personas muertas desde septiembre, incluidas víctimas en un ataque posterior que alcanzó a sobrevivientes que se encontraban en los restos de una lancha destruida.

Estas acciones han suscitado cuestionamientos dentro del Congreso. Legisladores del Partido Demócrata y algunos expertos legales sostienen que varias de las intervenciones podrían transgredir las normas que rigen el uso de la fuerza letal por parte del aparato militar.

Como parte del escrutinio legislativo, congresistas han solicitado acceso a los videos sin edición de los operativos. Sin embargo, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que aún evalúa su publicación.

Una sesión informativa clasificada sobre el tema fue presentada al liderazgo del Congreso por Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio y el director de la Agencia Central de Inteligencia, John Ratcliffe.

El presidente Trump, al ser interrogado sobre lo que ocurrirá con el petróleo confiscado, respondió que permanecerá en poder del gobierno estadounidense. También sugirió que hay “otras cosas sucediendo”, sin entregar mayores precisiones ni cronograma sobre futuras revelaciones.

En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro no se refirió directamente a la incautación durante un acto político en Caracas convocado por el partido oficialista.

En su discurso, manifestó que el país está dispuesto a “romperle los dientes al imperio norteamericano si fuera necesario”.

Acompañado de altos funcionarios de su administración, aseguró que su gobierno representa la única garantía para la estabilidad y desarrollo de Venezuela, Sudamérica y el Caribe.

También reiteró que las operaciones militares desplegadas por Estados Unidos tienen como finalidad forzarlo a abandonar el poder.

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La incautación del buque ocurre en medio de un escenario de sanciones económicas impuestas por Washington a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Debido a estas restricciones, la empresa ha concentrado sus ventas en refinerías chinas, con descuentos sustanciales y a través de transacciones opacas.

Estas operaciones suelen involucrar intermediarios radicados en paraísos fiscales y embarcaciones con sistemas de localización desactivados, que transfieren la carga en alta mar para eludir los mecanismos de rastreo internacional.

Pese a las restricciones, en el pasado Estados Unidos ha hecho concesiones puntuales al gobierno venezolano. Una de las más destacadas fue la autorización para que la multinacional Chevron reanudara sus operaciones de extracción y exportación de petróleo en el país sudamericano.

Esta excepción, confirmada en negociaciones previas, ha sido considerada como un alivio financiero temporal para el Ejecutivo venezolano.

Aún no se ha divulgado información oficial sobre el propietario del buque incautado ni bajo qué bandera navegaba.

La Guardia Costera estadounidense declinó entregar comentarios y remitió las solicitudes de prensa directamente a la Casa Blanca.

En el contexto de la operación, el martes anterior a la incautación, el ejército estadounidense desplegó un par de aviones de combate sobre el Golfo de Venezuela.

Se trata de una de las maniobras más cercanas al espacio aéreo venezolano en lo que va de la administración Trump.

Aunque el presidente ha sugerido que podrían desarrollarse operaciones terrestres en el corto plazo, no se han proporcionado detalles oficiales al respecto.

La retórica desde Washington coincide con un endurecimiento de las posiciones internas sobre la estrategia hacia Venezuela, tanto en lo diplomático como en lo militar.

Mientras tanto, el Congreso estadounidense continúa evaluando el alcance, la legalidad y los resultados de las acciones llevadas a cabo en el Caribe, incluido el reciente decomiso del petrolero.

El episodio marca una nueva fase en las tensiones bilaterales y eleva el nivel de confrontación entre ambas administraciones.

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