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Pasto reunió a los líderes de la acuicultura: cifras y acuerdos que marcarán la ruta del sector
Balance y nuevos retos de un sector clave para la economía agrícola del país.
La acuicultura colombiana llegó a un punto de inflexión. Más de 150 productores, representantes gremiales y delegados de varias entidades estatales se congregaron en Pasto para una asamblea nacional que, por primera vez en años, puso sobre una misma mesa los avances, las brechas y los desafíos de una actividad que hoy reúne a más de 36.000 unidades productivas en el país.
El encuentro terminó con compromisos concretos de acompañamiento institucional y con una fotografía final que simboliza un mensaje poco frecuente en el sector: corresponsabilidad y articulación.
Al respecto, William Tepud, director de la Aunap, señaló: “Hoy Pasto se convierte en el epicentro de la acuicultura a nivel nacional. Estamos apostándole desde la autoridad nacional al crecimiento del sector para lograr sostenibilidad y seguridad alimentaria”.
Durante la jornada, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap presentó un balance técnico que permitió dimensionar la actividad con una precisión inédita.
El país cuenta hoy con 36.464 unidades productivas dedicadas a la acuicultura y con más de 252.000 empleos entre directos e indirectos.
En 2024, la producción nacional alcanzó 210.516 toneladas, una cifra superior a los resultados de 2023 y 2022.
Estas estadísticas, obtenidas mediante un sistema robusto de información y una metodología combinada de muestreo y barrido censal implementada desde 2018, permitieron caracterizar 12.352 Unidades de Producción Acuícola (UPA) en 455 municipios y 23 departamentos, además de identificar más de 11.800 unidades que serán objeto de nuevas fases de actualización.
La geografía productiva también quedó trazada con nitidez. Huila se mantiene como el principal eje acuícola del país al aportar el 39 % del volumen anual.
Le siguen Meta, Tolima, Córdoba, Cundinamarca–Boyacá, Antioquia y Casanare, que en conjunto concentran la mayor parte de la producción de tilapia roja y nilótica, trucha, cachama y camarón de cultivo.
En cuerpos de agua públicos, se registraron 196 unidades productivas que suman 28.269 toneladas al año, con más de 3.400 jaulas instaladas.
Estos datos reafirmaron la diversidad territorial del sector y la relevancia de especies diferenciadas según región.
El panorama institucional mostró avances significativos. En los últimos cinco años, la formalización de granjas acuícolas creció 1.898 %, alcanzando 6.853 unidades con permiso de cultivo.
Además, 2.243 predios cuentan con registro sanitario ante el ICA y 226 han sido certificados como bioseguros. A esto se suma un tejido industrial robusto: 17 plantas procesadoras certificadas bajo HACCP —seis de ellas autorizadas para exportar a la Unión Europea—, 45 granjas certificadas bajo estándares internacionales BAP y siete plantas de alimento balanceado con certificación de calidad.
El mercado externo también fue objeto de análisis. En 2024, Colombia exportó 16.955 toneladas de tilapia, trucha y camarón, por un valor FOB de US$115,6 millones, con Estados Unidos como destino principal.
Aunque el volumen disminuyó frente al año previo, los representantes sectoriales señalaron que la calidad sanitaria, las certificaciones internacionales y la infraestructura disponible mantienen al país como un competidor estable en la región.
Con este contexto numérico y técnico, la asamblea se adentró en los temas de fondo. Los acuicultores expusieron dificultades persistentes en trámites, regulaciones, permisos, acceso a insumos, capacidad de gestión frente a la banca, acompañamiento técnico y articulación con programas públicos.
Las asociaciones regionales insistieron en que la formalización y la asociatividad deben fortalecerse para permitir que pequeños y medianos productores accedan a infraestructura, mercados y proyectos de inversión que hoy están concentrados en unos pocos polos.
La Aunap respondió con compromisos puntuales. Anunció que brindará acompañamiento técnico y jurídico a problemáticas específicas expuestas en la mesa, gestionará la presencia de entidades adicionales para los próximos espacios de trabajo e impulsará procesos de actualización de información en departamentos donde aún persisten vacíos estadísticos.
También se confirmó la coordinación con la Agencia de Desarrollo Rural para mejorar criterios de selección de proyectos asociativos y fortalecer capacidades productivas en regiones con menos apoyo institucional.
La asamblea concluyó con la sensación de que, por primera vez en varios años, productores e instituciones lograron identificar un conjunto claro de prioridades: ordenar los trámites, ajustar criterios regulatorios, fortalecer la vigilancia sanitaria, avanzar en la tecnificación, mejorar la interoperabilidad de datos y consolidar una red de apoyo territorial más visible y eficiente.
La fotografía final de los asistentes —acuicultores de Huila, Meta, Tolima, la Orinoquia, el Caribe, Antioquia y el suroccidente— sintetizó el sentido del encuentro: trabajar sobre una agenda común para una actividad que, con cifras crecientes y capacidad productiva en expansión, busca consolidarse como un eje de desarrollo regional y una fuente estable de ingresos para miles de familias en 2026.
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