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Día Mundial de la Pesca: origen global y cómo lo conmemoró la Aunap en Colombia con los “guardianes del agua”

La historia de una fecha especial y una celebración que destacó la labor de cerca de 300.000 pescadores colombianos y sus familias.

Pescadores artesanales
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mié, 26/11/2025 - 14:08 Créditos: Foto: Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) / Pescadores colombianos en faena

Cada 21 de noviembre, en caletas, muelles y riberas de ríos alrededor del mundo, se repite una escena: reuniones comunitarias, foros, actividades culturales, lanzamientos de campañas y ceremonias para recordar que la pesca no es solo una actividad productiva, sino una forma de vida.

El Día Mundial de la Pesca se consolidó como efeméride en 1998 bajo el impulso de la FAO para promover la pesca sostenible y reconocer a las comunidades pesqueras como pieza clave de la seguridad alimentaria y del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Sin embargo, sus raíces se remontan a una movilización previa. En 1997, delegados de 18 países se reunieron en Nueva Delhi, India, en el marco del World Forum of Fish Harvesters & Fish Workers.

Allí se fraguó una declaración conjunta que dio origen al World Fisheries Forum y sentó las bases de una jornada anual dedicada a visibilizar la importancia de las pesquerías, especialmente las de pequeña escala, y a denunciar amenazas como la sobrepesca, la contaminación y las prácticas ilegales.

Foto: https://www.facebook.com/aunapcolombia/ Pescadora artesanal colombiana en su jornada de faena

 

Desde entonces, el 21 de noviembre quedó marcado en el calendario internacional como un día para mirar al océano y a las aguas continentales con otra perspectiva.

No solo como fuente de proteína y de divisas, sino como espacio vital para millones de personas que dependen de la pesca para su sustento, su identidad y su cultura.

Organizaciones ambientales y movimientos de pescadores aprovechan la fecha para exigir políticas que reconozcan los derechos de las comunidades costeras y ribereñas, así como para llamar la atención sobre la necesidad de proteger los ecosistemas acuáticos, en línea con los llamados de redes como Greenpeace y plataformas de pescadores artesanales.

En Colombia, ese mismo 21 de noviembre se vive con matices propios. Un país con más de un millón de kilómetros cuadrados de mar, costas en dos océanos, una extensa red de ríos y ciénagas, y decenas de miles de pescadores y acuicultores que sostienen la “Colombia azul”, se ha ido apropiando de esta efeméride.

Asociaciones y organizaciones han utilizado precisamente ese concepto —“Colombia azul”— para subrayar que el territorio marítimo y las aguas continentales son parte estratégica del país, tanto en clave económica como ambiental.

En ese escenario, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) se ha convertido en uno de los actores centrales de la conmemoración.

En los últimos años, la entidad ha insistido en que la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala no pueden ser vistas solo como un renglón productivo, sino como un sector que sostiene la alimentación de las poblaciones más vulnerables y contribuye a la generación de empleo en zonas históricamente marginadas.

En 2022, cuando la FAO impulsó el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales, la Aunap lo asumió como “bandera” para su gestión permanente, con el mensaje de que una vez al año no basta: las políticas de reconocimiento y apoyo deben ser continuas.

La conmemoración más reciente del Día Mundial de la Pesca encontró a la Aunap con un discurso ya maduro en torno a la sostenibilidad y al papel estratégico de los pescadores artesanales.

A través de sus canales institucionales, la entidad resaltó que en Colombia la pesca “no es solo un oficio, es gente, es vida, es identidad y sustento para miles de familias” que han construido comunidad alrededor de los ríos, ciénagas, mares y lagunas.

Esa narrativa se complementó con una apuesta simbólica y pedagógica: la campaña “Guardianes del Agua”, que la Aunap presentó como homenaje en el marco del Día Mundial de la Pesca.

Foto: https://www.facebook.com/aunapcolombia/ Cada 21 de noviembre se celebra el día mundial de la pesca

 

A través de videos y contenidos audiovisuales, la autoridad recogió historias de pescadores y pescadoras que se asumen como cuidadores de sus ecosistemas: hombres y mujeres que, además de salir a faenar, han participado en procesos de ordenamiento pesquero, acuerdos comunitarios para regular artes y tallas, y jornadas de limpieza y monitoreo de ríos y ciénagas.

En los mensajes difundidos, el hilo conductor fue claro: la pesca sostenible no se resuelve solo con normas, sino con el protagonismo de quienes viven del agua.

La Aunap se presentó como aliada de estas comunidades, recordando que en sus trece años de existencia ha trabajado con cerca de 300.000 pescadores y unos 36.000 acuicultores, con énfasis en la formalización, el acompañamiento técnico y la apertura de nuevos mercados.

La conmemoración también sirvió para enmarcar logros recientes. En 2025, la pesca artesanal colombiana obtuvo el FAO Champion Award 2025, un reconocimiento internacional a la labor de los pescadores y a las políticas de apoyo impulsadas por el Ministerio de Agricultura y la Aunap.

La entidad ha utilizado este hito como prueba de que las comunidades pesqueras del país están en capacidad de cumplir estándares de sostenibilidad y trazabilidad, siempre que cuenten con acompañamiento estatal.

Junto a ese relato de orgullo, la conmemoración del Día Mundial de la Pesca en Colombia no esquivó los desafíos.

Las comunicaciones de la Aunap, en línea con los diagnósticos de la FAO y de organizaciones internacionales, subrayaron los riesgos de la sobrepesca, la contaminación de ríos y mares, la pesca ilegal y la presión sobre ecosistemas clave como manglares, ciénagas y zonas de desove.

Esa preocupación se conecta con iniciativas como los talleres para la ordenación de la flota atunera en el Pacífico oriental y las discusiones para reducir la capacidad de los grandes buques, en los que Colombia ha participado en los últimos años.

Durante la conmemoración, la Aunap reforzó su apuesta por el trabajo en territorio: encuentros regionales con pescadores y acuicultores, mesas para discutir ordenamiento pesquero, acciones de conservación de ecosistemas acuáticos y apoyo a la inserción de productos pesqueros en nuevos mercados.

En 2025, la entidad ha realizado Encuentros Regionales para fortalecer la pesca y la acuicultura, con la expectativa de reunir a más de 2.500 pescadores y acuicultores del país, una agenda que dialoga directamente con el espíritu del Día Mundial de la Pesca: que las decisiones no se tomen solo desde Bogotá, sino con las voces de las comunidades ribereñas.

El componente simbólico de la conmemoración se cruzó, además, con otras fechas del calendario marítimo que la Aunap ha hecho propias, como el Día de la Gente del Mar o el Día Marítimo Mundial. 

Foto: https://www.facebook.com/aunapcolombia/ la Aunap le apuesta por el trabajo en territorio con los más de 125.000 pescadores artesanales del país

 

En esas efemérides, la entidad ha insistido en resaltar la importancia de los mares y océanos para la vida, la economía y la seguridad alimentaria de Colombia, reforzando la idea de que la pesca se ubica en el corazón de la soberanía alimentaria y del desarrollo regional.

Mientras en los muelles se realizaban actividades comunitarias y jornadas pedagógicas, a nivel global la conmemoración de 2025 estuvo marcada por lemas que insisten en la dimensión humana de la pesca.

Mensajes como los difundidos por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, que asocian el Día Mundial de la Pesca con el llamado a “no perder la esperanza” y a volver una y otra vez al agua pese a las dificultades, encontraron eco en las historias de pescadores colombianos que salen cada madrugada, aun cuando la captura es incierta y los costos del combustible y los insumos aumentan.

En esa mezcla de reconocimiento, alerta y compromiso se movió la conmemoración que lideró la Aunap. La entidad no solo rindió homenaje a quienes “madrugan, reman y tejen redes”, sino que aprovechó el Día Mundial de la Pesca para reafirmar metas de mediano plazo: consolidar el ordenamiento pesquero en las principales cuencas, avanzar en la formalización de miles de pescadores, fortalecer la cadena de valor y garantizar que el discurso de la sostenibilidad se traduzca en mejores ingresos y condiciones de trabajo para las comunidades.

Al cierre de la jornada, el balance fue doble. Por un lado, la reafirmación de un origen global que conecta la lucha de los pescadores artesanales del mundo desde la declaración de Nueva Delhi en 1997 hasta las actuales campañas por una pesca responsable.

Por el otro, una apropiación local en la que Colombia, a través de la Aunap y de sus comunidades pesqueras, transformó el Día Mundial de la Pesca en una oportunidad para contar sus propias historias: las de quienes cuidan el agua, sostienen la mesa de millones de hogares y reclaman un lugar central en las decisiones sobre el futuro de ríos, mares y ciénagas.

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