La Real Academia Española aprobó por unanimidad un dictamen en el que se rechaza la modificación de la Constitución española con el fin de adaptarla a un lenguaje más inclusivo. La academia argumentó no haber hallado razones para llevar a cabo un cambio en su criterio lingüístico.

Es importante resaltar que el dictamen fue solicitado en dos ocasiones por la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo y posteriormente el texto fue analizado por los académicos durante un periodo de más de un mes.