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Absuelto médico que operó a Jessica Cediel

Luego de una década de señalamientos, el médico Martín Carrillo pasa del infierno al cielo. La justicia lo declaró inocente dentro del proceso en su contra por lesiones a la presentadora y modelo Jessica Cediel, derivadas de la aplicación de Hialucorp en su cuerpo. El Tribunal Superior de Bogotá encontró probado que el Invima había autorizado la importación y distribución del producto y no había generado alertas, a pesar de otros casos que se presentaron en el Valle del Cauca, incluso con una persona muerta.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Hace dos décadas el médico esteticista, Martín Horacio Carrillo, era uno de los facultativos de mayor reconocimiento en el mundo de la farándula. Por su bisturí pasaron más de 1.700 pacientes entre actrices, reinas y modelos. Era uno de los reyes, en el negocio de la belleza. Pero su vida cambió a finales de 2011, de la mano de una de sus amigas, la modelo y presentadora Jessica Cediel.  Un tratamiento maltrecho que le hizo para aumentar sus glúteos terminó en una condena inicial a cuatro años de prisión por lesiones personales dolosas. Su karma duró casi una década. Desaparecieron sus amigos, sus pacientes, se arruinó y su vida profesional se acabó. Sin embargo, esta semana el Tribunal Superior de Bogotá determinó que es inocente.

En el año 2009, Jessica Cediel estaba en el punto más alto de su carrera. Era una de las modelos y presentadoras más reconocidas del país. Luego de participar en el concurso señorita Bogotá en el año 2002 en donde obtuvo el título de virreina, su carrera inició un vertiginoso ascenso. Del programa Bravissimo de CityTv pasó al matutino Muy Buenos Días en RCN televisión en 2007. Comerciales, desfiles, editoriales de revistas de moda y farándula y una portada en la revista SOHO hacían parte de su trayectoria. Hoy es una de las reinas de las redes sociales con 5.4 millones de seguidores en Instagram, 4.8 millones en Twitter y 2.7 millones en Facebook

Cediel y el médico Carrillo se conocieron en un festival que se realizó en Puerto Gaitán, Meta, en el año 2008. Desde entonces se convirtieron en grandes amigos, unidos por un interés en común, el mundo de la farándula y el espectáculo. Y es que la belleza suele ser  un punto de encuentro entre dermatólogos, cirujanos plásticos, esteticistas y actrices, modelos y reinas. Los profesionales de la medicina con fines estéticos buscan aumentar su número de pacientes atendiendo, muchas veces de forma gratuita, a bellas y famosas quienes se benefician accediendo a lo más reciente en tecnología y medicina en tratamientos estéticos, generalmente, sin pagar.

Con el propósito de mejorar la apariencia de sus glúteos, Jessica acudió al consultorio del médico Martín Carrillo, con el propósito de que le inyectara ácido hialurónico. Sin embargo, con el paso del tiempo, empezaron a aparecer las consecuencias del procedimiento, unos abultamientos que se convirtieron en un martirio para la presentadora.  A mediados del 2011, Oscar Tirado, un cirujano plástico le diagnosticó a Cediel, lipodistrofia en la región glútea, tiempo después el cirujano Iván Santos complementó el dictamen de Tirado y le informó que la sustancia inyectada había sido biopolímeros y no ácido hialurónico.

En diciembre de 2011, Jessica Cediel, denunció al médico Martín Carrillo por el delito de lesiones personales culposas. Al ser un delito querellable, es decir, que prescribe seis meses después de los hechos, el ente acusador modificó el tipo penal a lesiones personales dolosas, es decir, con intención y pleno conocimiento que lo que estaba inoculando en el cuerpo de la modelo no era ácido hialurónico, si no un material prohibido en la medicina, como son los biopolímeros. Es así como el 9 de mayo de 2015, la Fiscalía le imputó al facultativo lesiones personales dolosas y perturbación síquica permanente.

cediel

En medio del debate judicial y de una amistad rota entre el médico y su paciente, se conoció que Jessica Cediel estaba dispuesta a ponerle un punto final al caso, a cambio de una indemnización de $400 millones por las lesiones sufridas. Sin embargo, a través de su defensa el facultativo descartó la pretensión económica al considerar que no había obrado de mala fe y que no tenía ninguna responsabilidad en el daño causado en el cuerpo de la presentadora.

De manera simultánea, Martín Horacio Carrillo Gómez, empezó a vivir su infierno personal y profesional. Su consultorio ubicado al norte de la capital de la República que permanecía plagado de mujeres en busca de retoques empezó a quedar vacío. Muchos de sus colegas le dieron la espalda y otros afectados por la pérdida de mercado, en privado, no dejaban de alegrarse por la situación del galeno.

Carrillo, desesperado, no perdía la esperanza de recuperar su prestigio profesional. Acudió a todo.  En el voz a voz a contar lo que había pasado. En medios de comunicación, a dar explicaciones. En redes sociales a multiplicar sus mensajes para demostrar que hizo lo correcto. Pero su mayor batalla, la empezó al tratar de conseguir un buen abogado penalista que no intentara ganar el caso en los medios de comunicación si no en los estrados judiciales. Entonces, ubicó a Guillermo Romero, un curtido abogado de multinacionales y grandes empresas del sector financiero, quien hizo un alto en el camino y luego de estudiar el caso tuvo el convencimiento de la inocencia de Carrillo.

La tragedia profesional de Carrillo se convirtió en una montaña rusa. Al tiempo que su abogado trabajaba intensamente para buscar su absolución, algunos colegas entendieron la situación y buscaron ayudarlo remitiéndole pacientes. Varios de ellos llegaban al consultorio, reconocían al médico y de inmediato cancelaban las citas. Lo siguió intentando. Viajó a Bucaramanga, allí también lo intentó, tenía varios procedimientos que efectuar pero sucedió lo mismo y sus pacientes salieron espantados al recordar el caso de Jessica Cediel. Incluso, entró en una profunda depresión, a tal punto que lo llevó a pensar en el suicidio, por ello fue internado en la Clínica Monserrat.

Y llegó la hora de las definiciones judiciales. El 9 de marzo de 2018, el juzgado 13 penal de Bogotá dio su veredicto. Martín Carrillo fue condenado a 48 meses de prisión y una multa de 39 salarios mínimos. Según la sentencia, la paciente no autorizó por escrito la realización del procedimiento estético y que el producto Hialurcop que se aplicó en el cuerpo de la modelo no se podía utilizar en cantidades superiores a 5 ml, también que el producto estaba destinado al relleno facial.

Hialicorp

De igual forma el juez del caso indicó que el producto aplicado tenía un precio por debajo del mercado y que para el aumento de glúteos los procedimientos establecidos son únicamente el implante de silicona y la lipoinyección. Con base en estos argumentos el funcionario judicial motivó la condena en la modalidad de dolo eventual, es decir, que era previsible el resultado negativo de la practica médica y que a pesar de ello asumió el riesgo.

La defensa de Carrillo  no se quedó con los brazos cruzados. Enfiló toda su artillería jurídica, ante una instancia definitiva, el Tribunal Superior de Bogotá. Para ello, presentó un extenso recurso de apelación con nuevos argumentos en una carpeta de 40 folios, dentro de un voluminoso proceso que ya tenía 10 discos compactos de información.

El primer argumento del recurso hizo referencia al consentimiento informado. Allí, la defensa de Carrillo argumentó que el procedimiento efectuado a Cediel no requería de la firma del documento en razón a que esta podía hacerse verbal teniendo en cuenta que se trataba de un procedimiento menor como fue la aplicación de una inyección de ácido hialurónico.

Otro argumento central de la defensa es lo relacionado con el producto Hialucorp. En este sentido se probó que dicho producto, para el momento de la aplicación, tenía registro Invima durante diez años y que mediante resolución de 2017 autorizó la presentación en 50 mg y 250 mg para ser usado en procedimientos de relleno muscular como el que se le hizo a Cediel.

Igualmente, se evidenció que el Invima no registró alertas, ni cambios respecto a esta sustancia y fundamento el abogado de Carrillo que se dejó la responsabilidad de la autenticidad del producto en su defendido cuando esto le correspondía al Invima. El testimonio de Alfonso Carlos Carvajal, presidente de la Asociación Colombiana de Médicos Esteticistas, señaló que “conocía el producto, que este tenía desde el año 2007 licencia para ser importado desde Europa, que estaba autorizado en tratamientos faciales y de relleno muscular, y que estuvo aprobado hasta la presentación de 250 ml y que incluso se estableció que era adecuado para utilizar en volúmenes mayores hasta 50 centímetros cúbicos  y a nivel facial y corporal”.

Quirofano

En el proceso también se evidenció que en el año 2007, la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva había solicitado información al INVIMA sobre el registro sanitario del producto, en razón a otros casos con antecedentes por su aplicación en glúteos, al punto que se registró la muerte de una paciente. Por ello, hubo señalamientos de la defensa del facultativo al Invima, la Secretaría de Salud del Valle y la Fiscalía que no tomaron medidas la respecto.

Incluso, se documentó que el 6 de junio de 2008, se había informado a un fiscal seccional respecto de las deficiencias del Hialucorp, a tal punto que se denunció una comercialización fraudulenta ante lo cual las autoridades no efectuaron acciones para sacarlo del comercio y revocar su registro. Se adjuntó además dentro del recurso de apelación un análisis de la Universidad nacional que demostró que algunas compañías estaban comercializando silicona líquida con etiquetas de Hialucorp.

En concreto, pasaron tres años para que se rindiera un informe por el Invima que concluyera que el producto no era ácido hialurónico y solo en 2011, precisamente con base en una denuncia que interpuso el médico Martín Carrillo y el escándalo del caso Cediel, se canceló la distribución y registro del producto.

La postura estructural de los abogados Guillermo Romero y Gina María García Chávez, defensores de Carrillo es que más que un victimario, el facultativo fue una víctima pues debido a que utilizó el hialurcop con el convencimiento de que el Invima había revisado su composición química, había aprobado su registro y permitido su distribución, siendo la entidad facultada por la ley para ejercer la vigilancia y control de medicamentos.

A mediados de esta semana, el miércoles 4 de marzo, el magistrado Fabio David Bernal Suárez, como ponente y dos de sus colegas de sala tomaron la decisión de absolver al médico Martín Horacio Carrillo. Los argumentos del tribunal para declararlo inocente es que la conducta no fue dolosa. También que sí existió consentimiento informado de Jessica Cediel. Además que por su competencia académica y profesional, Carrillo sí estaba autorizado profesionalmente para hacer el procedimiento con Hialurcoop, una sustancia que adquirió del distribuidor autorizado por el Invima.

Audiencia

En otras palabras, señala la extensa sentencia que hay responsabilidad del Invima y del importador del Hialucorp y no del médico Carrillo quien incluso denunció a la Fiscalía cuando evidenció las fallas del producto aplicado a la paciente. Destaca el Tribunal además, que el Invima nunca lanzó alertas de la sustancia, solamente cuando Carrillo lo denunció.

Con su vida profesional destruida, Martín Carrillo, ha intentado reinventarse. Ahora, además de su formación en medicina en la Universidad Industrial de Santander, su formación complementaria con un máster en medicina estética en el exterior, estudios en salud ocupacional y ahora como estudiante de psicología, dedica su actividad como psicodoctor. Ha sido una década en donde la carga de llevar un proceso penal en su contra ha hecho mella en su físico. Sin embargo, con la decisión judicial y la reivindicación de sus derechos, la vida le vuelve a sonreir.

“En la vida todo tiene un sentido”. “Si usted ha sido brutalmente roto, pero todavía tiene el valor de ser gentil con los demás, entonces usted se merece un amor más profundo que el océano”. “No bajes la guardia, persevera y confía”. “Ten paciencia, no te rindas, resiste. Pronto mirarás hacia atrás y dirás: “Ya pasó”. Porque sé que podrás. Tu eres fuerte, aunque pienses que no, sí lo eres. Y créeme, no es casualidad que estés leyendo esto ahora”. “Este momento de mi vida…Se llama felicidad”. Con estas frases desde el día en que se conoció su absolución, el médico Martín Carrillo, se ha expresado en redes sociales.

Estados

Entre tanto, la modelo Jessica Cediel no ha dicho nada al respecto. El 11 de marzo se vence el plazo para que interponga un recurso extraordinario, de casación ante la Corte Suprema de Justicia, aunque las probabilidades de que se admita y proceda son remotas. Sigue promocionando su trabajo profesional en la cadena Telemundo. Su popularidad sigue creciendo así como su número de seguidores en las redes. La más reciente información viral se derivó de la publicación de una fotografía en donde muestra  un lujoso anillo que se interpretó como de compromiso.

El camino para Martín Carrillo parece despejado. Con base en este fallo puede empezar a retomar su vida profesional. También puede demandar al Estado por la tragedia que vivió al llevar a cuestas un proceso penal durante casi una década, siendo inocente.  

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