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Robo de ganado: cuatreros ponen en jaque a ganaderos por abigeato frecuente en región Caribe

Detalles de uno de los casos que más llama la atención por la ausencia de las autoridades.

ICA Colombia
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mar, 12/03/2024 - 08:57 Créditos: Captura de pantalla

En el sur del departamento del Atlántico, los pequeños ganaderos se encuentran en una encrucijada debido al incremento del delito de abigeato, una situación que los mantiene en constante alerta. 

Según reportes de los afectados, esta problemática parece no tener fin, y aunque se han registrado avances en la lucha contra este flagelo, aún queda un largo camino por recorrer.

La Asociación de Ganaderos de la Costa Norte (Asoganorte) ha sido un punto de apoyo fundamental para los afectados. Jorge Rodríguez, director de Asoganorte, señaló que, aunque los registros indican una disminución en el robo de grandes cantidades de semovientes durante el primer trimestre de 2024 en comparación con el segundo semestre del año anterior, los pequeños propietarios de ganado siguen siendo víctimas de robos esporádicos, lo que genera una atmósfera de inseguridad y desconfianza en la comunidad.

Uno de los casos más alarmantes se reportó a principios de año en el municipio de Luruaco, donde se sustrajeron más de 30 reses de tipo exportación. 

Afortunadamente, en esta ocasión, las autoridades lograron recuperar una parte del ganado, un pequeño alivio en medio del creciente problema.

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Los municipios más afectados incluyen Candelaria, Manatí y Campo de la Cruz, donde los pequeños campesinos, quienes en promedio poseen alrededor de cinco reses, son los más golpeados por esta ola de delincuencia. 

La pérdida de dos o tres animales representa un duro golpe para estas familias, que ven amenazada su subsistencia y la viabilidad de sus negocios ganaderos.

Rodríguez enfatizó la importancia de la diligencia en la contratación de personal para cuidar las parcelas, señalando que muchos de los robos se realizan con la complicidad de los mismos cuidadores. 

Esta advertencia subraya la complejidad del problema y la necesidad de una vigilancia y confianza mutua dentro de la comunidad.

Un testimonio de un ganadero de Campo de la Cruz, que prefirió mantenerse en el anonimato, ilustra la gravedad de la situación. Según su relato, en la vía oriental del municipio, el robo de reses es un evento recurrente, con animales desapareciendo sin dejar rastro ni obtener respuesta alguna por parte de las autoridades. 

Esta sensación de impunidad y desamparo alimenta la reticencia de los campesinos a denunciar estos crímenes, a pesar de las significativas pérdidas económicas que enfrentan.

La situación en Campo de la Cruz es particularmente preocupante, ya que la mayoría de las fincas no superan las 100 cabezas de ganado, lo que coloca a estos medianos y pequeños ganaderos en una posición de vulnerabilidad.

 

 

 

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