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La ruta del acoso sexual de conductores de plataformas de transporte a usuarios
Pasajeros evidencian tocamientos, agresiones con armas e inseguridad, en un servicio que parecía infalible. Casos en varias capitales. Empresas piden a los usuarios denunciar inmediatamente para tomar los correctivos.
Diariamente se conocen nuevos relatos de personas que son intimidadas, abusadas y acosadas por parte de conductores de plataformas de transporte en Colombia. La situación no ocurre solamente en el país, en México, por ejemplo, hay conductores hasta con tres víctimas. Incluso otros que ofrecen servicio gratuito a cambio de favores sexuales. Un panorama de difícil solución con visos de impunidad.
El más reciente caso conocido ocurrió en Cali. Cinco hombres y una mujer denunciaron acoso sexual de un conductor. Una de las personas afirmó que el hombre que prestaba el servicio de transporte tocó sus partes íntimas e intimidó a los pasajeros fisica y verbalmente.
Una de las víctimas fue Juan José Mejía de 18 años, quien manifestó que el conductor “empezó hacerme insinuaciones sexuales, empezó a sacar su miembro y me lo mostró, me dijo que lo tenía duro y me agarró de la cabeza”.
La situación se volvió más angustiante cuando el transportador se desvió del camino y le hizo preguntas al pasajero. Al aparcar en un lugar, el joven confirmó que “comenzó a masturbarse, a tocarme y cogerme del cuello”.
Pero no es el único caso ocurrido en la capital del Valle. Otras cinco personas presentaron denuncia ante la Fiscalía por hechos similares, pero aún no reciben respuesta. Ante el hecho, usan las redes sociales para hacer dar a conocer sus casos. Han asegurado además que recibieron amenazas tras dar a conocer los actos del conductor
En Bucaramanga, una usuaria dio a conocer que un conductor de InDriver le hizo tocamientos indebidos en su cuerpo y sin su consentimiento; sin embargo, en medio de la situación y el pánico, no reaccionó por miedo a una respuesta agresiva del hombre.
La plataforma InDriver es un servicio de transporte compartido que tiene más de 100 millones de usuarios y que operan en más de 600 ciudades de 39 países. El pasado 13 de marzo, una joven denunció que alrededor de las once de la noche pidió un servicio y cuando el conductor llegó, “el señor abrió la puerta de adelante (si se me hizo raro) pero en fin no le preste atención”, manifestó la mujer.
Dentro del vehículo, “el señor me empezó a decir muchas cosas, y me empecé a sentir muy incómoda”. El hombre comenzó a tocarle las piernas a la mujer, mientras ella grababa lo que ocurría en medio de un shock por no saber qué hacer o manejar la situación.
Por medio de una fotografía, se conoció que el acoso sexual ocurrió dentro de un vehículo Chevrolet Spark GT de color azul y de placas KKX 344. El momento se presentó a las 11:34 pm en Bucaramanga, en el carro que conducía Alfonso, un hombre con una puntuación de 4,8 en la aplicación, un referente de confianza por su valoración.
“A mitad de camino empieza a tocarme la rodilla pero levemente, la verdad yo ya estaba mal, tenía miedo”, confirmó la joven. En ese instante, la denunciante cogió el celular y, mientras disimulaba que escribía, empezó a grabar.
Incluso, en un momento, la joven indicó que el hombre “iba reduciendo la velocidad en una parte muy oscura, se notaba que él quería detenerse”. Uno de los videos que grabó la víctima deja escuchar al hombre que dice: “entonces cómo hacemos, la llamó o me llama o no”, insinuándole un encuentro. Pero ella le contestó que estaría ocupada a lo que él responde “si no quieres, está bien”.
Tras el incómodo momento, la mujer recomendó a las personas: “si lo ven, no lo acepten... manden la ubicación siempre, miren que las placas coincidan con los de la aplicación, manden a sus familias, amigas”. Confiesa que no es la primera vez que le pasa algo parecido y siente miedo de salir.
“Le he tomado miedo a los hombres, no me siento tranquila en ningún lado, porque donde hiciera un hilo por cada cosa que he tenido que pasar como mujer, sería más fácil hacer un libro”, concluyó la víctima que se suma a la lista de personas que usan las redes sociales para denunciar los casos de abuso.
Pero los casos que han salido a la luz púbica no son solamente de abuso y acoso sexual, han ido más allá y ponen en riesgo la vida de los pasajeros. En Medellín, un conductor agredió con arma blanca a un usuario. La víctima fue José Miguel Ceballos quien pidió un servicio en la aplicación Didi desde Itagüí hasta Robledo Pilarica en Antioquia.
El conductor le pidió $50.000 por el recorrido, situación que generó el reclamo de Ceballos, pues el trayecto no superaría los $30.000. Sin embargo, cuando el pasajero se bajó del vehículo, “le tiré la puerta, inmediatamente la persona se baja, se me avienta encima, yo pensando que me iba a pelear o algo así, me corro para atrás, siento que con la mano me tira, cuando me corro siento el calor de la sangre y pienso, este man me acaba de cortar con una navaja”, relató la víctima.
Tras el ataque con arma blanca, José Miguel recibió tres puntos en la herida y varios días de incapacidad. Ante el caso denunciado públicamente, la plataforma de transporte, por medio de un comunicado rechazó la agresión y pidió a sus usuarios denunciar de inmediato para tomar sanciones oportunas.
“Estamos comprometidos con la seguridad de la comunidad, por eso cualquier persona que utilice nuestra aplicación indebidamente, incumpliendo los términos y condiciones, será bloqueada de la plataforma”, aseguró la compañía.
Denuncias en América Latina
Las denuncias contra conductores de las plataformas de transporte traspasan las fronteras y se conoce el relato de usuarios de México, Bolivia, Honduras y Brasil. Las víctimas se han enfrentado a palabras soeces, intento de secuestro e incluso suministro de sustancias para ser dopadas en medio del recorrido.
Uno de los casos ocurrió en Santa Cruz en Bolivia donde la víctima fue Eri Miyasato. La mujer aseguró que pidió un servicio tras salir de su trabajo el pasado 19 de marzo a las 5:15 pm. Cuando el conductor llegó, ella se subió al vehículo y el hombre “movió el aire y salió una sustancia en forma de spray”. La mujer narra que comenzó a sentirse mareada, “sentía pánico y mi cuerpo pesado, traté de abrir la puerta, pero estaba pegada”.
Cuando logró bajar el vidrio, pidió ayuda y otro hombre la sacó por la ventada porque el conductor mantuvo bloqueadas las puertas. “Solo recuerdo que un hombre me ayudó a salir por la ventana mientras el conductor me agarraba del pie para que no saliera”, escribió la mujer.
Y de nuevo, recomendó “¡Cuando salgan manden ubicación en tiempo real, avisen donde van y con quienes van!”. Tras exámenes médicos le encontraron en su sangre morfina y anfetamina con las que el conductor doparía a la mujer dentro del vehículo. El victimario se identifica en la aplicación como Ricardo y tiene la máxima puntuación, razón que de nuevo no justifica tener confianza basado en la calificación del conductor.
Este caso ocurrió en un recorrido de InDriver dentro de un Volkswagen Gol de placas 4521HDD, según una fotografía suministrada por la víctima. Otro caso, en la misma ciudad boliviana, ocurrió contra María Cristina Devalos, quien denunció que el conductor le había escrito a su celular durante el trayecto.
El hombre identificado como Carlos Eduardo le escribió “estás muy linda. Te gustaría ganarte 700bs, soy el indriver”. Una situación con la que la denunciante expresa “Se supone que uno pide taxi por aplicaciones para irse más segura y resulta que ellos mismos son los acosadores”. Pero es que ella no ha sido la única víctima del hombre.
Alejandra Vincenti confirmó situación similar de parte del mismo conductor. Sucedió el 6 de marzo y asegura que la primera ‘red flag’ fue que el conductor le abrió la puerta del copiloto para que se sentara junto a él. Lo mismo que le ocurrió a la víctima en Bucaramanga en Colombia.
Aunque la mujer rechazó el asiento y se sentó en la parte trasera del vehículo, el hombre le comenzó a hablar “muy amablemente”. Pero le empezó a preguntar sobre su edad y tras varios minutos de silencio “en los que él solo me veía por el retrovisor, me dijo: Señorita ¿será que usted me podría ayudar con un trend de tiktok que se está haciendo viral?”.
Se trataba de venderle su ropa interior por lo que le daría 100 bs, luego de la respuesta negativa de la mujer, el conductor “siguió muy insistente. El sabía que yo tenía miedo y se lo estaba disfrutando”, se lee en la publicación. Al llegar al destino, la mujer le pagó y cuando el hombre le da las vueltas del dinero “el muy asqueroso al ponerme las monedas me agarra toda la mano y me dice te doy 1000 bs, aquí ya ahorita”.
La mujer descendió del vehículo y luego el conductor le escribió por WhatsApp. “!Niñas por favor grábense bien este rostro, recuerden bien esa placa y manténganse siempre alertas!”, finalizó tras compartir la misma evidencia sobre Carlos Eduardo, el hombre que maneja un Suzuki Celerio de placa 4769YHL y quien para ese momento representaba un puntaje de 4.7 en la aplicación.
Por otro lado, en México una mujer denunció un intento de secuestro el día en que se conmemoraba el 9 de marzo, Día Internacional de la Mujer. El caso ocurrió en Saltillo, la capital y ciudad más grande del nororiental estado mexicano de Coahuila. Según Yuli Gutes, una de sus amigas acudía en InDriver a su trabajo. El conductor iba hablando por teléfono con otra persona y decía que la mujer "estaba bien buena" y que se la iba a llevar a su casa, que allá lo esperaba.
La mujer se puso en contacto con sus amigas y compartió su ubicación en tiempo real. Sus amigas interceptaron el vehículo del hombre y tras mostrar su molestia dijo que "no podía bajarla ahí porque tenía que dar otra vuelta". Luego, quitó los seguros del vehículo y la mujer logró salir.
El caso ocurrió en un Chevrolet Aveo FNT5934 color negro conducido por el hombre identificado como Mario Alberto. En Monclava, al norte de Coahuila, una mujer también denunció que un hombre identificado como Edgar Alejandro, conductor de InDriver, le hizo preguntas obscenas, mostró sus partes íntimas y dijo que si lo tocaba no le cobraría el viaje.
La mujer salió del vehículo e interpuso la denuncia ante el Ministerio Público. Es de recordar que, en Honduras, una joven fue víctima de secuestro tras pedir un taxi VIP. Un conductor de InDriver “secuestró a mi amiga y ella al intentar tirarse del carro, el hombre le tiró el carro encima”, denunció en redes sociales.
Se trató de Marvin Mauricio, victimario con una puntuación en la aplicación de 4.8 que lesionó con golpes y rasguños a la mujer hondureña. El hombre conducía un Toyota Corolla LE con placa HAH 0353. Sobre el hombre se conocieron diversas denuncias similares.
Mientras tanto, en Brasil hubo un caso similar al colombiano, pero sin la agresión física contra quien pidió el servicio. Según una usuaria de InDriver, “hay muchos conductores disfrazados de trabajadores en esta aplicación, estafando a los pasajeros y cometiendo delitos”.
El conductor, denunció, cobró 190,00 reales por un viaje de 19,00 reales. “Se negó a contestar mis llamadas y mensaje para informar el hecho y solucionar el problema. El mismo conductor también se negó a contactar a @indriver_brasil para aclarar los hechos y devolverme el dinero”, se denunció.
El hombre habría cobrado un límite por encima de lo que estaba disponible en la cuenta de la víctima, haciendo que el banco activara un préstamo automático. Mientras tanto, “La empresa @indriver_brasil no reembolsa a los clientes y pasajeros en caso de delito, trata de echarle la culpa a la empresa @indriver_brasil y mientras tanto la gente está perdida”, finalizó.
Son relatos de casos que a diario se presentan en Colombia y varios países de Latinoamérica. Ante la creciente inseguridad las autoridades de cada país tratan de garantizar un servicio libre de acoso, abuso y otros delitos.
Las empresas responsables de las plataformas buscan mecanismos de control más eficientes, sin embargo, frente a la situación la mejor solución parece la prevención por parte de los pasajeros, aprender de las experiencias nocivas de otros y denunciar con prontitud.
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